test rápidos de diagnóstico

Grupo de investigación argentino crea  plataforma para desarrollar test rápidos de diagnóstico

Un grupo interdisciplinario argentino de investigación presentó una plataforma innovadora para desarrollar test rápidos de diagnóstico-

Basados en anticuerpos de caballo purificados, son más económicos y fáciles de obtener que los monoclonales tradicionales.

“Esto no sólo mejorará la preparación y la respuesta durante emergencias sanitarias, sino que además brinda a los países de bajos y medianos ingresos una autonomía mayor para gestionar sus necesidades de salud pública”.

Así lo aseguraron quienes integran este grupo de investigación en la revista Biosensors.

El proyecto de investigación lo encabezó por Daiana Capdevila, jefa del Laboratorio de Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosas de la Fundación Instituto Leloir (FIL).

Junto con Ana Sol Peinetti, jefa del Laboratorio de Bionanotecnologías del Instituto de Química que depende de la UBA y del Conicet.

En el flamante artículo, Capdevila, Peinetti y sus colegas presentan unas novedosas pruebas de flujo lateral (LFT) de acceso abierto.

Cuyo insumo principal es un anticuerpo policlonal purificado de caballo que se desarrolló en la Argentina.

Y que sería más accesible que otros anticuerpos comerciales, difíciles de conseguir durante brotes de enfermedades infecciosas.

Según los autores, su performance es “similar al de los test de anticuerpos monoclonales comerciales”.

Y su sensibilidad y selectividad se alcanzan a través de un método especial de purificación.

Los anticuerpos monoclonales se producen en el laboratorio y son muy específicos para un antígeno particular.

En cambio, los anticuerpos policlonales se aíslan directamente del suero de un animal que se expuso a la sustancia que se busca que active la respuesta inmune.

Y pueden reconocer múltiples regiones en la superficie de un antígeno.

Si bien son menos específicos que los primeros, lo cierto es que también pueden lograr muy bien su cometido.

Como demostró el grupo de investigación.

“Nosotros aislamos, en suero de caballo, los anticuerpos más útiles contra una proteína que está adentro del virus SARS-CoV-2”.

“Y con ellos generamos herramientas de diagnóstico rápido para determinar COVID-19 en seres humanos”, describió Capdevila a la Agencia CyTA-Leloir.

“El estudio se realizó con el virus que causó la última pandemia”.

“Pero se trata de un método que se puede aplicar en otras enfermedades infecciosas en contextos epidemiológicos donde las herramientas de diagnóstico están súper limitadas”.

El novedoso prototipo de flujo lateral (LFT) se basa en anticuerpos policlonales purificados de caballo.

Durante la pandemia de COVID-19, los LFT se hicieron famosos cuando salieron del ambiente hospitalario.

Para poder ser autoadministrados en forma de test caseros tanto en los hogares como en ambientes laborales, escuelas o aeropuertos.

Pero igual que sucedió con el brote de dengue de comienzos de este año, cuando se declara una emergencia sanitaria la demanda de insumos se desborda.

Y se producen cuellos de botella que afectan la provisión de herramientas básicas.

Algo que impacta sobre todo en los países que no cuentan con desarrollos propios y dependen de la importación.

“Existe una necesidad crítica de desarrollar capacidades de fabricación nacionales en los países en desarrollo”.

“Para garantizar una cadena de suministro de LFT sólida, de manera de poder hacer frente a brotes infecciosos actuales o futuros”.

Así lo enfatizó en el artículo el grupo de investigación que también integran la viróloga molecular Andrea Gamarnik, el doctor en Bioquímica Julio Caramelo, el doctor en Biología Marcelo Yanovsky y la primera autora del trabajo, la biotecnóloga Estefanía Peri Ibáñez.

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