Resequedad de la piel en invierno: cómo evitarla
- Redacción
- 13 agosto, 2024
- Salud
- ácido hialurónico, ceramidas, cuidado de la piel, dermatología, Destacado, glicerina, Guillermina Creus, Resequedad de la piel, Vittal
- 0 Comments
En esta época del año, la resequedad en la piel se presenta porque los vasos capilares se contraen, Impidiendo así que llegue suficiente oxígeno y nutrientes a la piel.
Esta barrera natural se ve amenazada y se forma un escudo para enfrentar los fuertes vientos y bajas temperaturas.
Lo que provoca grietas y descamaciones en la piel.
Es por todo ello que se debe reparar y crear una barrera protectora hidratando de manera profunda la piel.
Para ello, es esencial seguir una rutina de limpieza y sellar la superficie de la piel con cremas.
Al respecto, Guillermina Creus, médica dermatóloga de Vittal, armó una guía de recomendaciones para evitar la resequedad de la piel.
En ese sentido, la hidratación es clave para mantener la piel saludable.
Se pueden utilizar cremas y lociones hidratantes de alta calidad que contengan ingredientes como glicerina, ácido hialurónico y ceramidas.
Estos componentes ayudan a retener la humedad y a reforzar la barrera protectora de la piel.
Se debe aplicar la crema hidratante inmediatamente después de la ducha, cuando la piel aún está ligeramente húmeda para maximizar la absorción.
Aunque una ducha caliente puede ser reconfortante en invierno, el agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, agravando la sequedad.
Es importante implementar duchas cortas con agua tibia y utilizar jabones suaves y sin fragancia para evitar la irritación.
El uso de calefacción en interiores disminuye la humedad ambiental y esto contribuye a la sequedad de la piel.
De ser posible, es recomendable instalar un humidificador en el hogar para aumentar la humedad del aire.
Ayudando así a mantener la piel hidratada.
También se puede colocar el humidificador en habitaciones donde se pasa la mayor parte del tiempo, especialmente en el dormitorio durante la noche.
Por otra parte, el frío y el viento pueden deshidratar y dañar la piel.
Por eso es importante proteger la piel con guantes, bufandas y gorros cuando se está en el exterior.
Se pueden elegir tejidos naturales y transpirables como el algodón y la lana, pero hay que asegurarse de que no irriten la piel.
Asimismo, las manos y los pies son particularmente vulnerables a la sequedad en invierno.
Es ideal aplicar crema hidratante varias veces al día y utilizar cremas más espesas para áreas más secas.
También pueden usarse guantes de algodón por la noche después de aplicar una crema hidratante para mejorar la absorción.
La hidratación también debe venir del interior.
Aunque en invierno no se siente tanta sed, el cuerpo sigue necesitando agua para funcionar correctamente.
Una dieta rica en ácidos grasos esenciales, como los que se encuentran en el pescado, nueces y semillas, puede ayudar a mantener la piel hidratada.
Es bueno sumar frutas y verduras que aporten vitaminas y antioxidantes, esenciales para la salud de la piel.
Es recomendable elegir productos de cuidado de la piel que sean suaves y adecuados para pieles secas o sensibles.
También se deben evitar los exfoliantes fuertes y los productos con alcohol, que pueden empeorar la sequedad.
Si la resequedad de la piel persiste a pesar de seguir estos consejos, es importante consultar a un dermatólogo.
Existen productos específicos o tratamientos médicos para abordar el problema de manera efectiva.
Leave A Comment