Infecciones urinarias: recomiendan prestar atención a los síntomas y no demorar la consulta médica
- Redacción
- 2 julio, 2024
- Medicina, Salud
- CAU, Centro Argentino de Urología, cistitis, Destacado, Hospital de Clínicas, infecciones urinarias, Norberto Bernardo, Paula Grinstein, urología
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Muchas personas, especialmente mujeres mayores de 50 años, pueden desarrollar infecciones urinarias frecuentemente y las naturalizan.
Recurriendo a la autoprescripción de algún antibiótico que en el pasado les dio resultado.
Sin embargo, los especialistas advierten que no es normal presentar ‘infecciones a repetición’.
Que son aquellas que igualan o superan 3 episodios en 6 meses o 5 infecciones al año.
Y que se debe consultar al médico para que indique el tratamiento que corresponda.
“Dolor o ardor al orinar, hacerlo con mayor frecuencia y urgencia que la habitual, sentir deseos de orinar y luego ver que la vejiga está vacía, presencia de sangre en la orina y presión o dolor en la parte inferior del abdomen”.
“Si bien son síntomas que pueden corresponder a otras condiciones, deberían siempre generar una sospecha de infección urinaria”.
“Y motivar la consulta médica sin dilaciones”, explicó Paula Grinstein, médica uróloga, staff del Centro Argentino de Urología (CAU).
“En el interrogatorio, los pacientes -mayoritariamente, pero no exclusivamente, mujeres- nos refieren un ardor que es como ‘orinar vidrio’”.
“También que sienten urgencia, que no llegan al baño y luego solo orinan unas pocas gotas”.
“Todos estos son síntomas que ameritan un examen físico y la realización de un cultivo de orina (antibiograma)”.
“Que nos permite acceder a un panel antibiótico posible para combatir ese germen, sin necesidad de estar probando antibióticos a ciegas”.
Así lo afirmó Norberto Bernardo, médico urólogo, director del CAU.
El antibiograma le permite al especialista conocer el germen y el nivel de sensibilidad o resistencia antibiótica a ese germen en particular.
“Sobre la base de esa información también se puede comenzar a diagnosticar la posible causa”.
“Porque hay gérmenes que tienen que ver con hábitos de higiene o de alimentación y otros que se asocian, por ejemplo, a una litiasis renal”.
“Diferentes microorganismos podrán asociarse a potenciales patologías diversas”.
Esto agregó por su parte Bernardo, quien también es profesor titular de Urología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Y además jefe de Urología del Hospital de Clínicas José de San Martín (UBA).
“En la mayoría de los casos son infecciones bacterianas bajas, las llamadas cistitis”.
“Y el germen más frecuente es la Escherichia coli, que es una bacteria que forma parte de nuestra flora intestinal”.
“Pero también pueden ser infecciones urinarias altas, en las que está afectada la zona del riñón”.
“Y generalmente suman otra sintomatología como fiebre, escalofríos, náuseas o vómitos”.
“Como parte del tratamiento, solemos comenzar con el antibiótico más suave y dejar los más potentes para casos más complejos”.
“Luego, con los resultados del antibiograma, que demoran unos días, mantenemos o ajustamos la medicación”, sostuvo Grinstein.
Los especialistas se muestran preocupados por la autoprescripción de antibióticos.
Ya que muchos de los síntomas habituales de las infecciones urinarias también pueden corresponder a otras entidades médicas.
Ante estos síntomas, muchos pacientes toman antibióticos, aunque no sería lo indicado.
Contribuyendo así al desarrollo de resistencia antimicrobiana, un gran problema que vive la medicina actual.
Donde luego las personas no responden al efecto de los antibióticos disponibles.
Los principales factores de riesgo para presentar infecciones urinarias, entre otros, son ser mujer, niño pequeño o adulto mayor.
También haber tenido infecciones anteriormente, falta de higiene, embarazo, y presentar problemas estructurales en el aparato urinario, como agrandamiento de la próstata, en varones.
“También es frecuente en personas que, por sus actividades laborales o sociales, deben postergar la ida al baño y retienen orina durante 4, 5 o hasta 6 horas”.
“Por ejemplo, los docentes o los cajeros, solo por citar algunos casos”, subrayó por su parte Belén Maza, médica uróloga del CAU.
“Si además no beben agua, producen lo que llamamos ‘orina estancada’”.
“Generando un ambiente propicio para que las bacterias tengan más tiempo de proliferar en la vejiga y generar una infección”.
“Por otro lado, retener orina predispone con los años a la incontinencia urinaria, generando así, humedad constante que perpetúa la infección”.
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