
Basecamp Research: la carrera tecnológica en la búsqueda de nuevos medicamentos
- curecompass
- 31 mayo, 2025
- I+D, Medicina, Tecnología
- Basecamp Research, Bioprospector, Glen Gowers, Oliver Vince, Portada
- 0 Comments
Con una base de datos genómica sin precedentes y un modelo de reparto de beneficios, la start-up londinense lidera la exploración biológica global para acelerar el descubrimiento de fármacos, enfrentando antiguos dilemas de biopiratería y equidad.
En un pequeño yate frente a la costa de Malta, el bioprospector -los que buscan en plantas y animales material para generar medicamentos- Marlon Clark sostiene una raíz de la seagrass Posidonia oceanica, fascinado por los millones de microbios que podrían esconder soluciones para la salud humana.
Clark, parte del equipo de exploradores de Basecamp Research, ejemplifica la nueva era de la bioprospección: expediciones científicas que buscan secuenciar el ADN de organismos desconocidos para alimentar modelos de inteligencia artificial (IA) capaces de revolucionar la medicina.

Basecamp Research, fundada en 2019 por los científicos británicos Glen Gowers y Oliver Vince, ha construido la mayor base de datos de biodiversidad del mundo, el “BaseGraph”, con más de 5.5 mil millones de relaciones biológicas y diez veces más datos que los principales repositorios públicos. Su objetivo: crear un “árbol digital de la vida” que acelere el descubrimiento de nuevos fármacos y enzimas, usando IA para descifrar los secretos evolutivos de la naturaleza.
Un modelo de negocio pionero y ético
La empresa, con sede en Londres y Boston, ha recaudado más de U$S 85 millones y opera en más de 100 ubicaciones de 23 países, cubriendo cerca del 50% de los biomas globales. Basecamp se distingue por un modelo de colaboración y reparto de beneficios sin precedentes: paga regalías del 1% de sus ingresos —superando la sugerencia del Cali Fund de 0,1%— a comunidades y organizaciones de los países donde recolecta muestras, garantizando trazabilidad y consentimiento en cada dato. Desde 2023, ha distribuido regalías a 52 organizaciones en 19 países, y solo este año, a 37 comunidades en 13 países.
“Cuando Basecamp se acerca a los países para hacer un trato, a menudo es la primera empresa que lo propone”, afirma Oliver Vince. La compañía también entrena y financia a investigadores locales, quienes utilizan la tecnología para sus propios proyectos en áreas como agricultura, conservación y arqueología marina.
Impacto científico y tecnológico
El avance de Basecamp es vertiginoso: de octubre a febrero, multiplicó por diez su base de datos genómica y ha descubierto más de un millón de especies nuevas, incluyendo 4.800 solo en Malta. Su información ha mejorado en un 600% la eficacia del algoritmo AlphaFold de Google DeepMind para predecir el plegamiento de proteínas, clave en la búsqueda de nuevos medicamentos.
La empresa se centra ahora en grandes recombinasas de serina (LSRs), máquinas biológicas capaces de insertar grandes fragmentos de ADN, superando las capacidades de la tecnología CRISPR actual. “Planeamos desarrollar medicamentos totalmente programables, baratos y personalizables en una semana, aplicables a cualquier paciente. Solo será posible si una computadora lo diseña”, explica Glen Gowers. Ya se observan “datos positivos emocionantes” en laboratorio, aunque reconoce que es temprano para sacar conclusiones.
Desafíos éticos y sostenibilidad
El modelo de Basecamp busca evitar los errores históricos de la biopiratería, que llevaron a la firma del Protocolo de Nagoya en 2010 y a la creación del Cali Fund en 2025 para compensar a los países de origen de los datos genéticos. Sin embargo, persisten críticas sobre si el 1% de regalías es suficiente.
“La equidad prometida por el Protocolo de Nagoya debería significar pagos mayores”, sostiene Aurelie Dingom, del Ministerio de Medio Ambiente de Camerún, quien negocia por regalías del 3% o 4%. Jim Thomas, investigador de la “bioeconomía”, advierte: “El valor fundamental de los datos no está siendo devuelto a la comunidad en la medida que debería”.
Basecamp enfrenta también el reto de mantener su compromiso ético si es adquirida por una gran tecnológica. “Ponemos contratos robustos para proteger a los socios, pero sabemos que el modelo no es perfecto”, reconoce Vince. El inversor Andy Conrad lo resume: “Es una estrategia de negocio inteligente porque los países son menos propensos a cambiar de socio si reciben una remuneración justa”.
El futuro de la medicina impulsado por IA y biodiversidad
La visión de Basecamp es ambiciosa: democratizar el acceso a la biotecnología y acelerar el desarrollo de terapias avanzadas, desde la oncología hasta el envejecimiento. “Cuando nuestros modelos de IA resuelvan el desafío de la programabilidad, será una nueva era de inteligencia biológica”, afirma Gowers.
Mientras tanto, exploradores como Clark siguen ampliando los límites del conocimiento. “La exploración de universos microbianos agrega una capa extra al mundo”, reflexiona. En la intersección de la ética, la tecnología y la biodiversidad, Basecamp Research está redefiniendo cómo la humanidad puede —y debe— descubrir los medicamentos del futuro.
Fuente: Financial Times
Leave A Comment