Laboratorio vacío

Techsphere se retira del mercado local tras una inspección crítica de Anmat

La firma mexicana Techsphere decidió cerrar sus operaciones en Argentina, marcando un nuevo capítulo en la complicada relación de las multinacionales de salud en el país.

Techsphere es parte del grupo Laboratorios Carnot y propiedad de la familia Savoir García.

Desde su llegada en 2008, la empresa tuvo un desempeño errático.

Y su reciente salida se da tras no superar una inspección de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

Techsphere arribó a Argentina con grandes aspiraciones.

Como posicionarse entre los 50 laboratorios más importantes del país y destacarse en áreas como oncología, fibrosis quística y salud femenina.

Para ello, la empresa realizó una inversión inicial de US$ 10 millones.

Sin embargo, a lo largo de los años, su desempeño fue irregular.

Y en múltiples ocasiones la firma se vio a la deriva en un mercado que cada vez se tornaba más competitivo y desafiante.

El punto culminante de esta crisis se produjo entre abril y mayo de este año.

Cuando una exhaustiva inspección de la Anmat reveló “deficiencias relevantes clasificadas como críticas y mayores” en varios aspectos de su operación.

Las falencias que se encontraron incluyeron serios problemas en la gestión del sistema de calidad farmacéutico.

Así como deficiencias en recursos humanos, control de calidad, y el sistema de tratamiento de aire.

Ante tales hallazgos, la Anmat prohibió a Techsphere continuar con su actividad productiva hasta que no subsanara estas deficiencias.

A tan solo cuatro meses de esta inspección, Techsphere optó por abandonar el país.

Y Biosintex, un laboratorio argentino, se hará cargo de sus activos.

La firma local es conocida por su enfoque en productos genéricos y su amplia variedad de líneas terapéuticas.

Ahora incursiona en el segmento de alto costo, incluyendo productos relacionados con la fibrosis quística.

Biosintex comenzó ya con el proceso de desvinculaciones, reduciendo su plantilla de 30 empleados en Techsphere a 15.

Aunque retuvo a algunos representantes de propaganda médica, un área donde la compañía enfrenta dificultades.

La firma también se quedará con la planta ubicada en Avellaneda, que, tras la salida de Techsphere, se considera inservible.

Los productos más destacados de Techsphere son la pancreolipasa, el antibiótico Tofib y Espirotech.

Representaban ventas mensuales de aproximadamente US$ 196.800.

Sin embargo, estas cifras eran insuficientes para mantener a flote la operación en un mercado cada vez más complejo.

La salida de Techsphere se suma a una lista creciente de multinacionales que enfrentaron dificultades en el mercado argentino.

Firmas como Produmedix, especializada en suplementos dietarios, y la cadena de farmacias Dr. Simi, que abandonó el país por su negativa a cumplir con las normativas locales, son ejemplos de la tendencia.

Desde la renuncia del gerente general Alberto Pérez hace dos años, Techsphere quedó en un estado de gestión remota.

Bajo la supervisión de Einar García Navarrete, quien desde México no logró destinar los recursos necesarios para mantener la operación.

A pesar de que en medios mexicanos se hacía alarde de su operación en Argentina, en la práctica, la empresa había sido prácticamente olvidada.

La salida de Techsphere de Argentina refleja los desafíos que enfrentan las multinacionales en un entorno complejo y regulado.

A medida que se desata esta nueva ola de reestructuraciones y cierres.

Pero queda en evidencia la fragilidad de las operaciones extranjeras.

En un mercado donde las normativas y la competitividad son cada vez más estrictas.

La espera ahora recae en cómo Biosintex aprovechará los activos adquiridos y si podrá superar los obstáculos que su antecesora no pudo.

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