síndrome de Ménière

Síndrome de Ménière: qué es y cómo tratarlo

El síndrome de Ménière es una enfermedad difícil de diagnosticar que afecta al oído interno y puede provocar molestias considerables.

Incluso mermar la calidad de vida de quienes la padecen.

Esta afección tiene su origen en un aumento del líquido endolinfático en la cóclea (oído interno).

Y aunque puede afectar a cualquier individuo, se manifiesta con mayor frecuencia en adultos de 40 a 60 años.

Además, genera una sensación de oído “lleno o congestionado” y suele afectar a un solo oído.

El Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de EEUU estima que 6 de cada 10 personas pueden mejorar el vértigo con dieta y medicación adecuada.

Dados sus síntomas (que también son comunes a muchas otras enfermedades), se sabe que es un trastorno complejo de diagnosticar.

Aunque aún no existe cura, ciertos tratamientos pueden ayudar a reducir la intensidad y duración de los ataques de vértigo asociados a ella.

“El síndrome de Ménière no sólo impacta en la calidad de vida del paciente, debido a sus efectos debilitantes, sino que también representa un importante desafío en el diagnóstico y manejo clínico”.

Así lo explicó Agustina Leiro, fonoaudióloga de GAES, una marca de Amplifon.

“Los ataques de vértigo pueden aparecer repentinamente, a veces después de experimentar tinnitus o pérdida leve de la audición”.

“Algunas personas experimentan ataques esporádicos, mientras que otras pueden tener episodios más frecuentes durante varios días”.

“En casos graves, pueden experimentar un vértigo tan intenso que pierden el equilibrio y se caen”.

“Un suceso que se conoce como crisis de caída o crisis otolítica de Tumarkin”.

Ningún procedimiento puede revertir la pérdida de audición permanente que, en algunas ocasiones, le siguen.

Dado que el cuadro se caracteriza por una disminución fluctuante e intermitente de la audición, producida principalmente durante las primeras fases, con el tiempo, la pérdida de audición puede persistir y no mejorar.

Sin embargo, dado que es un cuadro vacilante, algunos pacientes pueden necesitar llevar audífonos sólo temporalmente.

Para ello, existen algunas buenas prácticas a seguir en caso de un ataque de vértigo causado por el Síndrome de Ménière.

Sentarse o acostarse para reducir la sensación de vértigo, evitar movimientos bruscos y no ver la televisión o leer en ese momento.

Concentrarse en un objeto estable puede proporcionar alivio.

Descansar adecuadamente durante y después de los ataques, tomándose el tiempo necesario para la recuperación antes de reanudar las actividades normales.

Prepararse con antelación consultando a un profesional sobre medicamentos para el vértigo y sobre cómo actuar en situaciones de urgencia.

Como la posible necesidad de acudir a un hospital o incluso para evitar posibles caídas.

Por otra parte, algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir los ataques en el futuro.

Controlar el consumo de sal, limitando los alimentos y bebidas con alto contenido en sodio para mantener un equilibrio hídrico adecuado en el organismo.

Reducir el consumo de cafeína, alcohol y nicotina, ya que pueden desencadenar ataques de vértigo en algunas personas.

La consulta con un profesional es clave para aliviar los síntomas y ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta patología.

Esto es especialmente cierto en el caso de una capacidad auditiva fluctuante, cuando es esencial realizar ajustes periódicos en el equipo (audioprotesista).

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