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Molécula que regula la respuesta al estrés

Un grupo de especialistas del CONICET identificó una molécula que regula la respuesta al estrés.

El estudio se publicó en la revista Science Advances y realizó sobre cultivos neuronales y modelos in vivo.

Así se abre camino hacia un posible uso futuro de nuevas terapias de ARN.

Para el tratamiento de trastornos psiquiátricos cuyas bases patológicas aún se conocen pobremente.

Una entrevista de trabajo, un examen, una charla en público, o simplemente los pensamientos cotidianos, pueden provocar ansiedad.

Una emoción normal de intranquilidad o agitación que se desencadena de manera anticipatoria para hacer frente a estímulos estresantes.

La ansiedad implica la expectativa de una potencial amenaza futura y pone en marcha la adopción de cambios fisiológicos.

Que adaptarán el cuerpo para enfrentarse a esa amenaza.

Sin embargo, en muchos casos, esta emoción normal y adaptativa da paso a un estado patológico.

Que en general se caracteriza por una respuesta desproporcionada en intensidad o duración.

Ante situaciones que frecuentemente se perciben sólo subjetivamente como amenazantes.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, los trastornos de ansiedad son las afecciones mentales más comunes en todo el mundo.

En 2019 afectaron a más de 300 millones de personas.

Y en el primer año de la pandemia de COVID-19, la prevalencia mundial aumentó un 25%.

Exacerbando muchos factores relacionados con la salud mental.

Hace muchos años que el grupo de Neurobiología Molecular del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA, CONICET-MPSP) apunta a desentrañar las bases neurobiológicas de trastornos de conducta relacionados al estrés como la ansiedad y la depresión.

A pesar de la importancia de esta problemática a nivel global, y a lo mucho que se ha investigado en este campo, aún se desconocen los mecanismos moleculares que dan lugar a este tipo de trastornos.

Por ello, el laboratorio liderado por el investigador del CONICET Damián Refojo director del IBioBA, busca posibles respuestas.

Estudiando moléculas y mecanismos celulares que han sido poco explorados aún.

En este contexto se ubica el trabajo de investigación que se publicó en Science Advances.

En él se logró caracterizar funcionalmente un subtipo específico de ARN denominado “circular”.

Que es especialmente abundante en neuronas y que está presente en las sinapsis neuronales.

Es circTulp4, una molécula que era prácticamente desconocida.

Y de la que a partir de este trabajo se sabe que funciona como un promotor de la neurotransmisión sináptica.

Es decir, la base de la comunicación entre neuronas.

Los estudios iniciales se realizaron en cultivos neuronales.

Pero para comprender cuál podría ser la relevancia de este ARN circular sobre la conducta, el grupo empleó la técnica de edición génica llamada CRISPR-Cas9.

Para modificar el genoma de un ratón de modo de eliminar la presencia de circTulp4 de su cerebro.

Al estudiar la conducta de estos ratones, observaron que la ausencia de circTulp4 aumentó la sensibilidad a los estímulos aversivos o estresantes.

Lo que sugiere que esta molécula juega un papel inhibitorio sobre el circuito que regula la respuesta al estrés.

“Cuando hablamos de sensibilidad a estímulos aversivos, nos referimos a cuán fácilmente una persona o un organismo puede sentir o percibir eventos o situaciones desagradables, dolorosas o simplemente amenazantes”.

“Hay moléculas que regulan los circuitos cerebrales de sensado para detectar este tipo de señales potencialmente dañinas o peligrosas”.

Así lo explicó Sebastián Giusti, investigador del CONICET en el IBioBA y primer autor del paper.

CircTulp4 regula los circuitos que sintonizan la respuesta con la intensidad del estímulo ambiental.

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