Mindfulness: una práctica que puede afectar negativamente la salud mental
- curecompass
- 22 julio, 2024
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Un análisis reciente revela que la meditación y el mindfulness pueden tener efectos adversos significativos, incluyendo ansiedad, depresión y síntomas psicóticos, desafiando la percepción común de estas prácticas como universalmente beneficiosas.
«TIC, temblores, pánico, desorientación, alucinaciones, terror, depresión, manía y crisis psicóticas: estos son algunos de los efectos que se han reportado sobre la meditación. ¿Sorprendido? Nosotros también lo estábamos» decían en 2015 los científicos Miguel Farias y Catherine Wikholm en la revista New Scientist.
La meditación, y en particular el mindfulness -ambas técnicas budistas e hindúes-, a menudo se presentan como soluciones simples y accesibles para el estrés y los problemas de salud mental.
Desde que Jon Kabat-Zinn abrió su centro de meditación en 1979 para aliviar a personas con dolores físicos, programas de meditación se han ampliado para tratar una amplia gama de casos, como la depresión, la adicción y el estrés laboral.
Con el éxito de las técnicas de meditación, hasta hoy ya lo han adoptado en escuelas, empresas, sistemas de justicia penal, en el ejército, entre médicos y hasta en instituciones políticas de todo el mundo.
Más allá del tremendo éxito de estas técnicas de origen budista, recientemente se dieron a conocer los resultados de investigaciones que sugieren que estas prácticas pueden tener efectos adversos importantes en algunas personas.
Un estudio de 2022 sobre 953 personas en los EE.UU. que meditaban regularmente encontró que más del 10% de los participantes experimentaron efectos negativos significativos que afectaron su vida diaria durante al menos un mes.
Evidencia Histórica y Científica
La evidencia de efectos negativos de la práctica del mindfulness no es para nada nueva.
El Dharmatrāta Meditation Scripture, un texto budista de más de 1.500 años, ya describía síntomas de depresión y ansiedad tras la práctica de esta tradición que para la mayoría resulta saludable pero no se pueden dejar de tomar en cuenta algunos efectos colaterales como anomalías cognitivas asociadas con episodios de psicosis, disociación y despersonalización.
Ya en 1976, el reconocido psicólogo sudafricano Arnold Lazarus (fallecido en 2013), una figura clave en la ciencia cognitivo-conductual, advirtió que algunas técnicas de meditación indiscriminada podría inducir a problemas psiquiátricos que en algunos casos pueden ser graves.
Estudios Recientes y Resultados Alarmantes
En los últimos ocho años, la práctica de la meditación y el mindfulness creció exponencialmente en los grandes centros urbanos pero, al mismo tiempo, ha habido un aumento significativo en la investigación científica sobre los efectos adversos de la meditación.
Un análisis de más de 40 años de estudios, publicado en 2020, identificó que los efectos adversos más comunes son la ansiedad y la depresión, seguidos por síntomas psicóticos o delirantes, disociación o despersonalización, y miedo o terror.
Uno de los estudios más costosos en la historia de la ciencia de la meditación, financiado por la Wellcome Trust con más de 8 millones de dólares, evaluó a más de 8.000 niños de entre 11 y 14 años en 84 escuelas del Reino Unido entre 2016 y 2018.
Los resultados mostraron que el mindfulness no mejoró el bienestar mental de los niños en comparación con un grupo de control y es posible que algunos hayan tenido efectos perjudiciales como aquellos con riesgo de problemas de salud mental.
El Problema del Silencio en la Industria del Mindfulness
A pesar de la evidencia, muchos instructores de mindfulness desconocen o ignoran los efectos adversos potenciales.
El profesor Ronald Purser, en su libro «McMindfulness» de 2023, critica cómo esta práctica se ha convertido en una «espiritualidad capitalista», con una industria en los EE.UU. valorada en U$S 2.200 millones.
El mismo Jon Kabat-Zinn, el pionero del movimiento mindfulness, admitió en una entrevista de 2017 que «el 90% de la investigación -sobre los impactos positivos- es de baja calidad».
Implicaciones Éticas
La falta de advertencias sobre los posibles efectos negativos plantea preguntas éticas.
¿Es correcto vender aplicaciones de mindfulness, enseñar clases de meditación o usar mindfulness en la práctica clínica sin informar a las personas sobre sus riesgos potenciales?
La respuesta debería ser no, dado que los efectos adversos pueden ser variados y comunes.
«La mayoría de las personas que han sufrido efectos adversos de la meditación reportan que los maestros no les creen y les dicen que sigan meditando, que eventualmente desaparecerán», señala un investigador.
Recomendaciones y Recursos
Aunque la investigación sobre cómo practicar la meditación de manera segura está en sus primeras etapas, existen recursos para aprender sobre los efectos adversos.
En los EE.UU., un servicio clínico liderado por un investigador de mindfulness ofrece apoyo a quienes han experimentado problemas agudos y a largo plazo.
Para que la meditación se utilice como una herramienta de bienestar o terapéutica de manera responsable, es crucial que el público esté informado sobre sus posibles riesgos.
Juan Romero
Fuentes: Health World, The Guardian, New Scientist, McMindfulness
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