Los virus respiratorios sorprenden con síntomas persistentes
- Redacción
- 16 agosto, 2024
- Medicina, Salud
- AAMR, Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, Enfermedades Respiratorias, Laura Pulido, Portada, virus respiratorios
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La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) alertó que los virus respiratorios están tardando más en desaparecer.
Así, la entidad indico que los cuadros de enfermedades respiratorias sorprenden con síntomas persistentes.
Por lo cual consideró que se evidencia la necesidad de reforzar las medidas preventivas.
Asimismo remarcó que esta percepción no es solo una sensación.
Porque los consultorios médicos vieron un incremento significativo en las consultas relacionadas con este tipo de afecciones desde mayo de este año.
Y el fenómeno no se limita a una región en particular, sino que se ha observado en diversas provincias del país.
Desde mayo, se registraron numerosos picos de infecciones respiratorias, especialmente de influenza A, virus sincicial respiratorio y otros virus respiratorios.
Estos picos fueron notables en ciudades como Buenos Aires, Rosario, y Córdoba.
La mayoría de los casos son de origen viral, lo que resultó en un aumento notable de pacientes con síntomas prolongados.
Como tos y mucosidad persistente, que pueden extenderse hasta por un mes o más.
La tos persistente después de una infección viral es común y puede deberse a la irritación de las vías respiratorias o a la inflamación de los bronquios.
En la mayoría de los casos, desaparece por sí sola con el tiempo.
Pero si persiste o se acompaña de otros síntomas como fiebre, dificultad para respirar o pérdida de peso, es importante consultar al médico.
“La tos y la mucosidad prolongadas no suelen ser indicativas de una patología grave”.
“Sí es importante consultar a un médico para recibir tratamiento que pueda aliviar estos síntomas”.
Así lo destacó Laura Pulido, coordinadora de la Sección Infecciones Respiratorias de la AAMR.
“La medicación adecuada puede ayudar a reducir la inflamación de las vías respiratorias y acelerar el proceso de recuperación”.
“Evitando entonces un malestar prolongado que puede afectar la calidad de vida de los pacientes”.
Uno de los factores que contribuyen a este fenómeno es la baja tasa de vacunación.
Muchas personas no se vacunaron, lo que facilita una mayor circulación de los virus.
Esta situación se agrava en los espacios cerrados, como las salas de espera de los centros médicos.
Donde pacientes con diferentes niveles de inmunidad se exponen mutuamente sin las debidas medidas de protección, como el uso de barbijos.
Además de la vacunación, la prevención sigue siendo crucial.
El uso de barbijo en pacientes con síntomas respiratorios es una medida sencilla pero eficaz para evitar la propagación de enfermedades.
La pandemia nos enseñó la importancia de estas prácticas, pero parece que algunos olvidaron rápidamente estas lecciones.
Es recomendable volver a implementar estas precauciones para controlar la situación.
La constante evolución de los virus respiratorios puede generar cepas más agresivas o que provoquen síntomas más prolongados.
La disminución en las tasas de vacunación y la exposición reducida a virus durante la pandemia podrían debilitar el sistema inmunológico.
Es posible que muchas personas estén contrayendo varios virus al mismo tiempo, lo que complica la recuperación y prolonga los síntomas.
Algunas infecciones virales pueden desencadenar procesos inflamatorios que persisten incluso después de que el virus desapareció.
Aunque el frío no es el culpable directo de los resfriados y la gripe, sí juega un papel importante.
Cuando hace frío, se tiende a permanecer en espacios cerrados, lo que facilita la transmisión de virus.
Además, el aire frío y seco puede irritar las vías respiratorias, haciéndolas más vulnerables a las infecciones.
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