Jóvenes Sialud

Prepagas: jóvenes prefieren pagar servicios médicos solo cuando los necesitan

En los últimos años, se observa un cambio significativo entre los jóvenes en Argentina con respecto al sistema salud.

Y es que cada vez más jóvenes optan por no afiliarse a obras sociales o prepagas, prefiriendo pagar servicios médicos puntuales solo cuando los necesitan.

Esta tendencia refleja factores económicos, laborales y culturales que están redefiniendo el cuidado de la salud.

Como indican datos del Censo Nacional 2022, el 60,9% de los argentinos cuenta con obra social o prepaga.

Mientras que el 35,8% depende exclusivamente del sistema público de salud.

Entre los adultos jóvenes de 20 a 35 años, el acceso a cobertura formal es considerablemente menor.

Destacándose entonces una mayor dependencia del sistema público.

Por su parte, más del 50% de los jóvenes trabaja en la informalidad, según cifras del Ministerio de Trabajo de la Nación.

Esto los excluye de los beneficios de obra social vinculados a empleos formales.

Y limita entonces sus ingresos, dificultando el pago de planes de salud privados.

Así, la informalidad laboral entre los jóvenes en Argentina es un fenómeno significativo.

Con más del 50% de los trabajadores jóvenes en situación de empleo informal.

Este contexto les impide acceder a los beneficios de las obras sociales, las cuales se vinculan a empleos formales.

Y también limita su capacidad para pagar planes de salud privados

Además, la falta de experiencia laboral y las condiciones económicas difíciles hacen que muchos jóvenes se inclinen por trabajos informales.

A pesar de que este tipo de empleo les ofrece flexibilidad, también conlleva la exclusión de derechos laborales como la cobertura médica o los aportes previsionales.

Así lo destacó el director de Operaciones del Centro Médico Integral Fitz Roy, Iván Schusterhoff.

El ejecutivo señaló asimismo que la digitalización facilitó el acceso a consultas y servicios médicos mediante plataformas que no requieren afiliación.

Estas opciones, más económicas y flexibles, son especialmente atractivas para los jóvenes.

Quienes, al estar en una etapa de vida con menos problemas graves de salud, encuentran en el modelo «pago por uso» una solución conveniente.

Esta modalidad tiene la condición de otorgar mayor autonomía y ahorro inmediato.

Sin embargo, deja a los jóvenes vulnerables frente a enfermedades graves o emergencias, que pueden generar gastos imprevistos y elevados.

Además, esta tendencia erosiona el principio de solidaridad en el sistema de salud.

Que depende de la contribución de toda la población activa para sostenerse.

La disminución del interés de los jóvenes en la afiliación desafía a las obras sociales y prepagas a repensar sus servicios.

Opciones más flexibles, accesibles y adaptadas a las restricciones económicas y estilo de vida de esta generación pueden ser claves para revertir la tendencia y atraer nuevamente a este grupo etario.

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