
Inteligencia artificial y autismo: la experiencia pionera de una psicóloga argentina
- curecompass
- 10 mayo, 2025
- I+D, Salud, Tecnología
- Autismo, Graciela Heredia, Guillermo Arias, Inteligencia Artificial, Portada, psicología
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La integración de asistentes de IA en la clínica psicológica abre nuevas posibilidades para el tratamiento personalizado de niños y adolescentes con autismo, pero plantea desafíos éticos y prácticos que requieren atención.
La inteligencia artificial (IA) está transformando la práctica clínica en salud mental, y el campo del autismo no es la excepción. Así lo demuestra la experiencia de la psicóloga argentina Graciela Heredia, quien decidió incorporar un asistente virtual de IA en el abordaje de un caso complejo de Trastorno del Espectro Autista (TEA).
“Hace tiempo estoy interesada en la inteligencia artificial, leí algo y pensé de qué manera la podría incorporar a mi profesión. Hasta que me llegó un caso difícil y pensé que era el momento adecuado para empezar a utilizarla”, relata la profesional, que ante la primer consulta eligió preservar su nombre por la privacidad de sus pacientes pero luego aceptó darse a conocer por lo trascendente de su experiencia.

La motivación surgió ante la necesidad de manejar una gran cantidad de información científica y clínica relevante para el caso. “Le pregunté a un profesional de la IA si se podría cargar el bot con todos los estudios de mi paciente más el agregado de una información que aunque quisiera no hubiese tenido el tiempo necesario para leer todo lo que hay sobre ese tema. Y así sucedió”, explica.
El proceso de desarrollo del asistente implicó una estrecha colaboración con un ingeniero en promts, quien, a pesar de no tener formación en psicología, logró comprender las complejidades del autismo y las necesidades terapéuticas tras varias reuniones y ejemplos concretos de la práctica clínica.
El diseño del sistema fue meticuloso: se cargó información bibliográfica y diagnóstica relevante, cuidando que no hubiera datos personales identificatorios, en línea con los estándares éticos y de privacidad.
“La información con la que se entrenó a la IA era información de diagnóstico, pero no contenía ninguna información personal que pudiera individualizar el paciente. Esto es un punto muy importante para preservar la privacidad”, enfatizó la psicóloga.
La experiencia de trabajo interdisciplinario fue positiva. “Nos llevó varias charlas. Yo le tuve que explicar bastante en qué consiste el autismo, la dificultad que conlleva trabajar con niños de este tipo porque su atención y concentración es poca, son muy sensibles, hay que motivarlos constantemente y no todos son iguales”, cuenta. El experto en prompts, el Lic. Guillermo Arias, por su parte, mostró disposición para aprender y adaptar el sistema a las necesidades del consultorio.
Entre las ventajas más notables, la psicóloga destaca la posibilidad de consultar permanentemente al asistente para obtener nuevas ideas y adaptar estrategias. “Por ejemplo, puede ser que una chica de 8 años tenga un lenguaje de 4 y hay que hablarle de una manera muy sencilla. La IA me ayuda a construir historias con los juguetes que yo tenía para que yo le contara con un lenguaje adecuado al de una niña de 4 años”, detalla. Además, la IA facilitó la selección de estímulos más efectivos, algunos visuales, otros auditivos, todo de acuerdo a cada perfil de los pacientes.
Sin embargo, el profesional subraya que la IA debe ser vista solo como un asistente y no como un reemplazo del terapeuta humano. “El terapeuta es indispensable e insustituible. Hay que ser muy cuidadoso porque tenemos un ser humano con toda su intimidad y su dolor que viene por ayuda y si usamos IA es simplemente para utilizar más información y así ser más útiles”, advierte. La toma de decisiones y la responsabilidad clínica siguen siendo competencia exclusiva del profesional.
Sobre el futuro de la IA en psicología, la especialista es optimista: “La IA puede transformar la psicología en un par de años cuando nos animemos a usarla diariamente para consultarla. La base de datos que nos puede aportar nunca la podremos lograr por nuestros medios y haber superado esa barrera me parece genial”.
Luego de la experiencia con el asistente de IA, la psicóloga recomienda a sus colegas incorporar la IA como una herramienta más, capaz de brindar supervisión y acceso a información más actualizada y vasta que hoy podemos encontrar en la web gracias a que cientos de profesionales en el mundo comparten sus experiencias online.
En definitiva, la integración de asistentes virtuales de IA en la clínica del autismo representa un avance significativo en eficiencia, precisión y personalización del tratamiento, siempre que se mantiene el pensamiento crítico y el rol insustituible del profesional humano. “Esto es un comienzo pero hay que animarse y ser pioneros en algo que es de mucha ayuda. A mí me sirve mucho”, concluyó la psicóloga.
Cómo fue el proceso de creación del asistente de IA
“Fue más sencillo de lo que imaginé” dice la Lic. Heredia, “le tuve que explicar bastante en qué consiste el autismo, la dificultad que conlleva trabajar con niños de este tipo porque su atención y concentración es poca, son muy sensibles, hay que motivarlos constantemente y no todos son iguales. Eso llevó tiempo de conversación, para que comprenda mi trabajo”.
“Primero realizamos una reunión sonde le expliqué cómo es mi trabajo y a partir de ahí el experto comenzó a armar el “Prompt del Sistema”, la parte fundamental para que el asistente cumpliera con su tarea sin desviarse.
Luego de un par de reuniones para aclarar dudas, “tuvimos una última reunión donde el asistente se instaló en mi cuenta personal” con toda la información de la bibliografía -9 libros especializados en autismo-, del diagnóstico y el “Prompt del Sistema”.
Una vez que tenía “el asistente” instalado, el Lic Arias le dio a la profesional un curso intensivo para poder hacer los prompts de consulta. Además, “también me explico como toda la información dentro de un mismo chat es contexto para que la IA entienda lo que llamo Ventana de Contexto”.
Finalizando, la psicóloga se animó a decir que la IA “podría ser de gran utilidad en muchas áreas” y hasta se animó a dar un ejemplo diciendo que “en el área diagnóstica sería de gran utilidad. Se le puede cargar con todos los libros diagnósticos recomendados DSM-5, escalas de depresión, diferentes escalas diagnósticas y el psicólogo poner los 8 o 10 síntomas principales y la IA darle un diagnóstico según los indicadores diagnósticos que posee. Eso se me ocurre en este momento pero seguramente hay muchas más aplicaciones”.
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