Científicos argentinos descubren molécula cerebral clave para combatir el stress

Un equipo de investigadores en Argentina ha identificado una molécula de ARN en el cerebro que podría revolucionar los tratamientos contra el estrés y la ansiedad.

El investigador Damián Refojo, del Científicos del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IbioBA-Conicet-Max Planck), subraya la importancia de desarrollar nuevas terapias, especialmente para aquellos pacientes que no responden a la medicación actual.

El descubrimiento de circTulp4 marca un hito en la neurociencia y abre nuevas vías para el tratamiento del estrés y la ansiedad. Este avance podría llevar a la creación de medicamentos biológicos más efectivos y con menos efectos secundarios que los tratamientos actuales. «Aun cuando la molécula no explique los mecanismos primarios de una enfermedad, manipulándola quizás se pueda controlar en algún sentido la afección», concluyó Refojo, subrayando la importancia de este hallazgo para los futuros tratamientos en salud mental.

Un Avance Revolucionario

Científicos del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IbioBA-Conicet-Max Planck) han identificado una molécula de ARN circular, conocida como circTulp4, que juega un papel crucial en la regulación del estrés. Tras ocho años de investigación y utilizando la técnica de edición génica CRISPR-Cas9 en ratones, lograron demostrar que la ausencia de esta molécula provoca hipersensibilidad y sobrerreacción a estímulos ambientales. Este hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Science Advances, abre la puerta a la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos biológicos contra la ansiedad.

Contexto del Estudio

El manejo inadecuado del estrés es una de las principales causas del trastorno de ansiedad, una afección que ha cobrado una relevancia notable en la salud mental del siglo XXI, especialmente tras la pandemia de COVID-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado la necesidad urgente de innovaciones en el tratamiento de estas condiciones.

La Técnica y los Hallazgos

El equipo de Refojo utilizó CRISPR-Cas9 para eliminar circTulp4 en ratones, observando cambios significativos en su comportamiento. «Los ratones mostraron una sobrerreacción y mucha hipersensibilidad a cualquier estímulo del ambiente. Esta molécula inhibe la respuesta a las situaciones de tensión, generando una respuesta antiestrés o ansiolítica», explicó Refojo.

Este ARN es inusual por ser circular y no codificar proteínas, lo que lo hace especialmente estable y predominante en las células del cerebro. Estos atributos lo convierten en un objetivo prometedor para la investigación en neurobiología y el desarrollo de tratamientos biológicos.

Implicaciones y Futuro

La principal novedad del estudio es que es la primera vez que se demuestra que un ARN circular puede tener efectos conductuales concretos. «Al eliminarlo, cambiamos la conducta del ratón», afirmó Refojo, destacando el potencial terapéutico de circTulp4. Aunque aún no se ha demostrado que este ARN se modifique en respuesta al estrés, la posibilidad de manipularlo para controlar la ansiedad es un paso significativo hacia nuevas formas de tratamiento.

Desafíos y Colaboraciones

El estudio también resalta los desafíos que enfrentan los científicos argentinos, como la falta de recursos y financiación adecuada. A pesar de estas dificultades, la colaboración con científicos estadounidenses y alemanes fue crucial para llevar a cabo esta investigación pionera.

Refojo, con una sólida formación en neurobiología y amplia experiencia internacional, lidera un equipo comprometido en explorar los mecanismos moleculares detrás del estrés y la ansiedad. El próximo paso será profundizar en cómo circTulp4 podría ser utilizado en terapias biológicas, un proceso que requerirá más investigación y desarrollo.

Algunos de los investigadores detrás del logro

Jefe de Grupo

Dr. Damián Refojo

Investigador

Sebastián Giusti.

Estudiantes de posdoctorado

Natalia Armando, Ivana Linenberg.

Estudiantes de doctorado

Camila Pannunzio, Giuliana Di Mauro (co-dirección con Dra. Antonia Marin Burgin), Maria Jose Santander (co-dirección con Dra. María Monge).

Estudiante

Lucía Szychowski.

Fuente: CONICET, IbioBA
Imagenes: CONICET, IbioBA

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