Especialistas alertaron sobre impacto de la pornografía en la salud sexual
- Redacción
- 24 junio, 2024
- Actualidad, Salud
- APSA, Asociación Argentina de Psiquiatras, Asociación Sexológica Argentina Dr. JC Kusnetzoff, Centro Argentino de Urología, Claudia Carissimo, Claudia Doddo, Lorena Ayala, Lucía Báez Romano, pornografía, Portada, salud sexual, sexología
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Especialistas señalaron que la adicción a la pornografía está en aumento y alertaron sobre el impacto de su consumo.
Afirmaron que el consumo abusivo de pornografía en muchas personas afecta la función sexual en el área biológica.
Así como en la psicológica, en la fisiológica y en las sociales.
Lo hicieron en un trabajo que se presentó este año en el Congreso de la Asociación Argentina de Psiquiatras (APSA).
Allí este grupo de especialistas puso el foco en el aumento del consumo de pornografía, incluso más allá de la voluntad de la persona.
Exceso que se evidencia en la práctica clínica con los pacientes.
Y que consideran que en muchos casos se convirtió en una verdadera adicción que trae consecuencias en su performance sexual.
La investigación se denomina ‘Consumo de Pornografía, más allá de la voluntad’.
Y en la misma los especialistas alertaron sobre que las actuales generaciones consumen pornografía tempranamente.
Notándose año tras año un descenso en las edades de inicio, sobre todo a través del uso de internet.
Y que en muchos casos la única educación sexual que recibirán será a través de la pornografía.
Que por supuesto no es educación y que seguramente llegará de una manera fallida y confusa.
“Como sexólogos clínicos recibimos testimonios a diario sobre disfunciones sexuales”.
“Y al indagar, notamos que muchas tienen origen en adicciones al consumo pornográfico”.
“Vemos el sufrimiento de quienes la padecen, afectando su salud en todos sus órdenes: biológico, psicológico, fisiológico y social”.
Así lo afirmó Lucía Báez Romano, sexóloga del Centro Argentino de Urología (CAU) y presidenta de la Asociación Sexológica Argentina Dr. JC Kusnetzoff.
Lo que impulsó a las investigadoras a desarrollar este trabajo fue el impacto en la salud mental que se comprueba en la práctica clínica diaria.
Donde los pacientes reportan que la actividad va mutando de placentera a problemática, dependiendo del umbral adictivo de cada individuo.
“Quien consume pasa a ser consumido, porque el hábito deviene en compulsión”.
“La salud mental pasa a estar vulnerada y sometida, se activan trastornos latentes y se desarrollan comorbilidades”.
Estos sostuvo por su parte Claudia Doddo, psicóloga clínica especializada en terapia de parejas.
La investigación pone el foco en la importancia de concientizar e incentivar a los profesionales de la salud.
A que conversen con sus pacientes sobre esta conducta.
Ya que muchas veces las personas no se animan a consultar al respecto por miedo a ser juzgados o por vergüenza.
Los especialistas refieren que en general es una situación que se ve mucho más en los varones, ‘porque el varón es más visual que la mujer’.
“Algunas de las comorbilidades como trastorno depresivo y trastorno de fobia social llevan al aislamiento”.
“Que intensifica la práctica compulsiva, tanto del consumo de pornografía como de otras posibles adicciones concomitantes: ciberadicción, juegos en línea, ludopatía”.
Así lo analizó Lorena Ayala, médica sexóloga clínica, quien destacó que “la demanda del circuito dopaminérgico exigirá mayor frecuencia y mayor impacto visual”.
“El alcance de las industrias de las adicciones crea un hábito difícil de desarmar”.
Otra de las principales consecuencias son los obstáculos en la socialización.
El grupo de pares exige pertenencia a través de las prácticas que los nuclean, ausencia de responsabilidad sexo-afectiva, ausencia de prevención de enfermedades de transmisión sexual, desconocimiento de erotismo y habilitación de la violencia, asumiendo que hay consenso.
“En lo que sería una mirada antropológica, asistimos a la destrucción de la seducción y el erotismo, rituales antropológicos que trascendieron en la humanidad para las prácticas sexuales”.
Esto afirmó Claudia Carissimo, psicóloga, sexóloga clínica y psicooncóloga, quien remarcó que “en el porno, el deseo se invierte en la propia subjetividad”.
“No hay caricia, contacto, mirada ni rostro”.
Los especialistas autores de la investigación en gran parte se basaron en sus experiencias en el consultorio.
Pero también llevaron a cabo una importante revisión científica y bibliográfica sobre el uso excesivo de pornografía y notaron que es un problema mundial.
Se lo denomina trastorno hipersexual e incluye una adicción al sexo como un episodio netamente coital y, en paralelo, una adicción a la pornografía.
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