Alzheimer

Rechazo del NHS al Donanemab: un fármaco prometedor pero costoso

El NHS estableció su rechazo al nuevo fármaco donanemab que se diseñó para ralentizar el avance del Alzheimer.

Por cuanto no habrá financiamiento del servicio de salud británico para su entrega a los pacientes.

Esta decisión se fundamenta en el elevado costo del medicamento y los beneficios limitados que ofrece a los pacientes.

El donanemab lo desarrolló Eli Lilly y se destacó el año pasado como un avance significativo en el tratamiento de esta enfermedad neurodegenerativa.

Se presentó como uno de los primeros fármacos capaces de atacar directamente una de las causas del Alzheimer.

La acumulación de una proteína llamada amiloide en el cerebro.

A diferencia de los tratamientos anteriores, que solo aliviaban síntomas, donanemab promete ralentizar la progresión de la enfermedad.

Los ensayos clínicos iniciales indicaron que el medicamento podría ralentizar el deterioro cognitivo en un período de entre cuatro y siete meses.

Lo que podría permitir a los pacientes mantener una mayor independencia y calidad de vida durante más tiempo.

Además, se observó una reducción del 40% en el deterioro de actividades diarias, como conducir o gestionar finanzas.

A pesar de su potencial, el Instituto Nacional de Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) determinó que el costo del donanemab no es justificable para el NHS.

En Estados Unidos ése valor asciende a aproximadamente US$ 33.000 anuales por paciente,

A este precio se suman los costos asociados al seguimiento y manejo de efectos secundarios graves.

Como inflamaciones y hemorragias cerebrales, que requieren atención médica constante.

Por lo tanto, el NHS estableció su rechazo a financiar su entrega a los pacientes.

“La relación costo-eficacia del donanemab es entre cinco y seis veces superior a lo que consideramos aceptable”.

Así lo indicó Helen Knight, directora de evaluación de medicamentos en el NICE.

“Esto significa que el beneficio proporcionado no es suficiente para justificar el coste adicional para el NHS”.

Este análisis económico se centra no solo en los beneficios para los pacientes.

Sino también en el impacto sobre los cuidadores y el sistema de salud en general.

La decisión del rechazo del NHS al donanemab se produce en un contexto preocupante.

Se estima que alrededor de 70,000 adultos en el Reino Unido serían elegibles para el tratamiento.

Lo que plantea el riesgo de crear un sistema de dos niveles en el acceso a medicamentos para el Alzheimer.

Aquellos que pueden permitirse el tratamiento privado tendrían acceso al donanemab.

Mientras que quienes dependen del NHS quedarían excluidos.

Además, esta es la segunda vez en pocos meses que el NICE rechaza un nuevo tratamiento para el Alzheimer.

El lecanemab, otro medicamento similar, también se consideró insuficiente en términos de beneficios respecto a su costo.

Ambos fármacos, al dirigirse a la proteína amiloide, se ven como pasos importantes en la investigación sobre la enfermedad.

Pero los reguladores de salud son cautelosos en su implementación.

A medida que la investigación en este ámbito avanza, muchos expertos y defensores de la salud esperan que futuros tratamientos puedan ofrecer soluciones más efectivas y accesibles para quienes luchan contra el Alzheimer.

Knight subrayó así la importancia de continuar desarrollando nuevos fármacos:

“Sé que esta será una noticia decepcionante, pero se trata de un campo emergente de la medicina, y se están desarrollando otros tratamientos”.

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