
Naciones Unidas somete a fiscalización internacional varias sustancias psicoactivas
- Redacción
- 17 marzo, 2025
- Salud
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La Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas decidió someter a fiscalización internacional cinco nuevas sustancias psicoactivas y un medicamento.
Lo hizo a partir de las recomendaciones que elaboró el Comité de Expertos de la OMS en Farmacodependencia.
Lo integran expertos mundiales que analizan los riesgos y beneficios para la salud de las sustancias psicoactivas que circulan en los mercados mundiales.
Y así alertan para que se sometan a fiscalización internacional si se demuestra que su uso puede causar daños a la salud de la población en los países.
“Estas sustancias se señalaron a la atención de la OMS por fabricarse clandestinamente”.
“Así presentan un grave riesgo para la salud pública y la sociedad sin ofrecer ningún uso terapéutico reconocido”.
Esto dijo por su parte Deus Mubangizi, director de Políticas y Normas sobre Productos de Salud de la OMS.
“Nos complace que la Comisión (de Estupefacientes) aceptara el conjunto completo de recomendaciones de la OMS”.
Y también que “agregara las sustancias a las listas pertinentes de la Convención de 1961 o el Convenio de 1971”.
“Esperamos que los países y las comunidades intensifiquen la vigilancia y tomen las medidas necesarias para proteger de estas sustancias a los grupos vulnerables, en particular a los jóvenes”.
Las cuatro sustancias que Naciones Unidas somete a fiscalización son las siguientes:
El N-pirrolidino protonitaceno, al que también se conoce como protonitacepina.
Se describió como un polvo beis o un sólido blanco incoloro o cristalino y se detectó en comprimidos de fármacos opioides falsificados.
Se notificó que se administra por varias vías, por ejemplo, fumándolo, por aspiración nasal y por inyección.
El N-pirrolidino metonitaceno, al que también se conoce como metonitacepina.
Se describió como un polvo beis y, según la información disponible, se administra por inyección.
La etonitacepipna, a la que también se conoce como N-piperidinil etonitaceno.
Se describió como un sólido cristalino y un polvo de color blanquecino-amarillento o amarillo.
El N-desetil isotonitaceno, al que también se conoce como norisotonitaceno, se describió como un sólido cristalino.
Se detectó en fármacos falsificados y se notificaron numerosas muertes e ingresos hospitalarios en al menos dos regiones.
En todos los casos se trata de opioides sintéticos cuyo consumo causa daños considerables, incluyendo la muerte y no tienen usos terapéuticos conocidos.
Aparte está el hexahidrocannabinol, al que también se lo denomina HHC.
Es un cannabinoide semisintético descrito como una resina o aceite viscoso e incoloro.
Pueden contener HHC productos como las flores y la resina de cannabis con tetrahidrocannabinol (THC) rociadas con esa sustancia o infundidas en ella.
También los líquidos y cartuchos para cigarrillos electrónicos, algunos productos comestibles, como gominolas y malvaviscos.
Además, tinturas que se asemejan a suplementos dietéticos y aceites destilados.
Hay pruebas suficientes de que el HHC se utiliza de forma que representa un problema social y de salud pública.
Esto justifica que se someta a fiscalización internacional.
Por su parte, el medicamento que Naciones Unidas fiscalizará es el carisoprodol.
Es un miorrelajante de acción central que se vende como preparado de ingrediente único y en asociaciones en dosis fijas.
Se puede obtener como producto farmacéutico en forma de comprimidos.
Se detectó en fármacos falsificados y también se encuentra en forma de polvo blanco.
Cada vez se dispone de más datos que confirman que el consumo no médico de carisoprodol entraña un riesgo importante para la salud pública en varios países.
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