Incendios forestales: aumenta la preocupación por la salud respiratoria
- Redacción
- 10 septiembre, 2024
- Actualidad, Salud
- AAMR, Asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, Enfermedades Respiratorias, incendios forestales, Portada, salud respiratoria
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La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria expresó su preocupación por los incendios forestales y el impacto en la salud,
En sentido consideró necesaria “la concientización del problema, la priorización del mismo y la toma de decisiones en las esferas que correspondan”.
“Para contener esta situación que enferma a la sociedad”.
Como indicó la AAMR, el impacto del humo es cada vez más visible en salud de la población.
A través del aumento de hospitalizaciones, visitas al departamento de emergencias y uso de medicamentos para el asma.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre una nube de humo proveniente de incendios forestales en Bolivia, Brasil y Paraguay.
El material particulado de los incendios forestales puede viajar hasta 1.000 kilómetros.
Y por lo tanto representar una amenaza para la salud respiratoria en un área amplia.
Las emisiones incluyen además monóxido de carbono; óxidos de nitrógeno, incluidos NO2 y óxido nítrico; y compuestos orgánicos volátiles.
Éstas producen inflamación que empeora las enfermedades respiratorias crónicas como el asma bronquial y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Cambios genéticos que pueden desencadenar cáncer, aumentan el riesgo de infecciones respiratorias.
Y tienen efectos directos sobre los ojos, nariz, la piel y otros órganos.
Muchas enfermedades respiratorias, incluyendo el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, se desencadenan por factores ambientales.
Las personas más vulnerables a los efectos adversos del humo de los incendios forestales incluyen a los mayores de 65 años.
También a las personas con afecciones cardíacas o respiratorias preexistentes y de áreas socioeconómicas más bajas.
Asimismo a los niños debido a su sistema respiratorio menos maduro, y mayor frecuencia respiratoria en relación con el tamaño corporal.
El impacto del humo es claramente hoy visible a través del aumento de hospitalizaciones, visitas al departamento de emergencias y uso de medicamentos para el asma.
Por eso desde la AAMR recomiendan mantener las puertas y las ventanas cerradas.
Si tiene aire acondicionado, encenderlo cerrando la entrada de aire exterior, y mantener el filtro limpio para evitar que entre el humo.
También mantener la buena calidad del aire interior y no aumentar la contaminación del aire de adentro.
No fumar tabaco ni ningún otro producto, ya que con ello aumenta la contaminación del aire.
Si las concentraciones de humo son altas, no encender nada que queme como, por ejemplo, velas o la chimenea.
No pasar la aspiradora porque esto mueve las partículas que ya hay en su casa.
Si tiene asma u otra enfermedad pulmonar o cardiovascular, tomar sus medicamentos y llamar al médico si sus síntomas se agravan.
Si sale, usar mascarilla, aunque las mascarillas contra el polvo no son suficientes, no protegen a los pulmones contra el humo.
Las mascarillas “N95” brindarán algo de protección cuando se usan adecuadamente.
Evitar o minimizar las actividades recreativas y deportivas al aire libre.
Por último, la entidad indicó que “un enfoque federal de esta situación es mandatorio”.
“Por ello convocamos a generar una agenda que contemple estrategias a corto y largo plazo”.
“Con foco en este importante problema sanitario que representa una amenaza para la salud respiratoria”.
“Proponemos el relevamiento del conocimiento social del tema, actividades de educación, concientización y trabajos de investigación que pongan de manifiesto su impacto sobre la salud”.
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