Nueva demanda contra Bristol Myers Squibb por US$ 6.700 millones
- Redacción
- 19 noviembre, 2024
- Actualidad, Medicina, Negocios
- BMS, Breyanzi, Bristol Myers Squibb, Celgene, Portada, UMB Bank
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Bristol Myers Squibb (BMS) se enfrenta a una nueva demanda por US$ 6.700 millones que presentaron antiguos accionistas de Celgene.
Quienes acusan a la farmacéutica de retrasar intencionalmente las actividades regulatorias de la terapia CAR T Breyanzi y otros dos tratamientos.
Con el fin de evitar un pago adicional por derechos de valor contingente (CVR).
La nueva demanda contra Bristol Myers Squibb se presentó en el Tribunal de Distrito de los EEUU para el Distrito Sur de Nueva York.
Y se basa en una alegación de que BMS incumplió un acuerdo con los accionistas de Celgene.
Al posponer los hitos regulatorios para evitar pagar US$ 9 por acción.
En 2019, Bristol Myers Squibb adquirió Celgene por US$ 74.000 millones.
Y como parte de la compra, los accionistas de la farmacéutica recibieron CVRs.
Un tipo de derecho que les otorgaba pagos adicionales en función de ciertos logros regulatorios relacionados con el desarrollo de medicamentos.
Breyanzi, un tratamiento contra el cáncer que desarrolló inicialmente por Celgene, es uno de los fármacos vinculados a este acuerdo.
La nueva demanda contra Bristol Myers Squibb la presentó UMB Bank, fiduciario de los accionistas de Celgene.
Y sostiene que BMS retrasó la aprobación de Breyanzi y otros dos fármacos con el propósito de evitar un pago de US$ 6.400 millones en concepto de CVRs.
El retraso en la presentación regulatoria de Breyanzi llevó a que no se cumpliera con un hito crucial para el pago del CVR.
Lo que, como sostienen los demandantes, fue un intento deliberado de BMS por evitar el desembolso económico.
Este no es el primer episodio en la disputa legal entre BMS y los antiguos accionistas de Celgene.
En junio de 2021, UMB Bank presentó una demanda similar.
Acusando a la farmacéutica de retrasar el desarrollo de Breyanzi en 36 días para eludir el pago de los US$ 6.400 millones.
Sin embargo, en agosto de este año, un juez federal de Nueva York falló a favor de BMS.
Argumentando que UMB Bank no tenía la legitimidad necesaria para presentar la demanda.
Debido a que no estaba adecuadamente designado como fiduciario de los accionistas.
Este fallo puso en pausa el proceso legal, pero no detuvo la disputa.
El 30 de setiembre, otro juez, Jesse Furman, dictaminó que el banco UMB nunca fue debidamente nombrado como fiduciario para los accionistas de Celgene.
Lo que desechó otra demanda similar.
A pesar de estos reveses legales, UMB volvió a presentar la demanda en esta ocasión.
Afirmando que corrigió las deficiencias de los jueces, lo que le otorga derecho para continuar con el proceso.
El litigio refleja una tensión subyacente sobre el cumplimiento de los términos acordados en la adquisición de Celgene.
Y la disputa sobre el cumplimiento de los hitos regulatorios podría tener un impacto financiero considerable.
En su informe financiero del segundo trimestre de 2024, Bristol Myers Squibb obtuvo una serie de victorias en otras demandas relacionadas con los CVRs.
Con tribunales en Nueva York y Nueva Jersey desestimando otras quejas similares.
Sin embargo, esta nueva demanda eleva las apuestas a una cifra aún mayor, US$ 6.700 millones, superior a los US$ 6.400 millones inicialmente en disputa.
BMS también tuvo que enfrentarse a otros desafíos regulatorios en el contexto de Breyanzi.
Un medicamento que aprobó la FDA para tratar el linfoma no Hodgkin.
A pesar de la aprobación de la FDA en febrero de 2021, los accionistas sostienen que la demora en cumplir con las fechas establecidas para la aprobación del fármaco contribuyó al incumplimiento de los hitos requeridos para el pago de los CVRs.
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