
La obesidad en un factor de riesgo cardiovascular significativo
- Redacción
- 6 marzo, 2025
- Salud
- Federación Argentina de Cardiología, obesidad, Portada, riesgo cardiovascular
- 0 Comments
La obesidad es un problema de salud pública que se ha convertido en un factor de riesgo cardiovascular significativo.
Esto afecta a millones de personas en todo el mundo.
Desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC) se brindan consejos que permiten modificar hábitos que revierten esta enfermedad.
Como indicó la World Obesity Federation, para 2025, se prevé que la prevalencia mundial de la obesidad alcance el 18% en los hombres.
Y asimismo supere el 21% en las mujeres.
Clásicamente se definió a la obesidad como una acumulación excesiva de grasa corporal.
Esta puede tener efectos adversos sobre la salud.
Se considera que una persona es obesa cuando su índice de masa corporal (IMC) supera los 30 kg/m².
Pero este método no siempre captura adecuadamente el riesgo cardiometabólico de un individuo.
“La distribución de la grasa corporal, especialmente la grasa visceral, se asocia con un mayor riesgo de complicaciones cardiometabólicas”.
“Y hoy en día también son elementos a tener en cuenta a la hora de definir obesidad en las personas”.
Así lo destacó Jorge Riera Stival, integrante del Comité de Obesidad y Diabetes de la FAC.
“Los métodos complementarios para evaluar la adiposidad abdominal, como la circunferencia de la cintura y la relación cintura-altura, pueden mejorar la manera de identificar personas obesas más allá del IMC”.
“Además, la acumulación de grasa en lugares específicos como alrededor de las vísceras, se relaciona con un mayor riesgo de hipertensión y otras complicaciones cardiovasculares”.
La prevalencia de la obesidad aumentó drásticamente en las últimas décadas.
Así se convirtió en un factor de riesgo cardiovascular crucial.
Aproximadamente dos tercios de los pacientes con enfermedad coronaria presentan sobrepeso u obesidad.
La obesidad resulta de un desequilibrio entre la ingesta de energía y el gasto energético.
Este desequilibrio se influencia por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y sociales.
El aumento global en la prevalencia de la obesidad se impulsó principalmente por factores ambientales.
Entre ellos, la mayor disponibilidad de alimentos altamente procesados y el estilo de vida sedentario
Asimismo se asocia con múltiples factores de riesgo cardiovascular, incluyendo hipertensión arterial.
También diabetes tipo 2 y dislipidemia (alteración en el colesterol en sus diferentes variables).
Estos factores aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Pero también contribuyen a una mayor mortalidad cardiovascular.
“Se estima que el 80-85% de las personas con diabetes tipo 2 son obesas”, señala Riera Stival.
Esto no solo afecta a las personas adultas, sino que compromete seriamente a la población infantil.
Por lo que es crucial abordar la obesidad desde edades tempranas.
Ya que se demostró una asociación entre obesidad infantil y el desarrollo de enfermedad cardiovascular en la edad adulta.
“Programas educativos que fomenten hábitos saludables en niños pueden tener un impacto duradero en su salud cardiovascular futura”.
“La educación sobre nutrición y actividad física debe ser parte integral de la currícula escolar”.
Las intervenciones en el estilo de vida, que incluyen modificaciones dietéticas, aumento de la actividad física y apoyo psicológico, son la base del tratamiento para la obesidad.
Estas intervenciones pueden lograr una pérdida de peso moderada (5-10%) y mejorar los factores de riesgo cardiovascular.
Aunque mantener esta pérdida de peso a largo plazo sigue siendo un desafío.
Leave A Comment