
10 recomendaciones para ayudar a una persona durante una crisis epiléptica
- Redacción
- 13 febrero, 2025
- Salud
- DIM Centros de Salud, epilepsia, neurología, Portada
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La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica no transmisible que afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo.
Como indicó la OMS, el 70% de las personas con epilepsia podrían vivir sin convulsiones si se diagnosticaran y trataran adecuadamente.
A pesar de los avances médicos y de la información disponible, es una condición que a menudo está rodeada de estigma y malentendidos.
Esto puede llevar a la persona con epilepsia a sentir vergüenza, miedo, rechazo y no querer buscar tratamiento.
Esa patología puede afectar a cualquier grupo de edad y tener un impacto significativo en la calidad de vida de la persona.
Las convulsiones que ocurren con ella, combinadas con las condiciones que a menudo la acompañan, como la depresión y la discapacidad de aprendizaje, pueden afectar el desempeño escolar y laboral.
“La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central en el que la actividad cerebral normal se altera”.
“Lo que provoca convulsiones o períodos de comportamiento y sensaciones inusuales, y a veces, pérdida de la conciencia”.
“Los síntomas pueden variar mucho”.
“Tener una sola convulsión no significa que se tenga epilepsia”.
“Normalmente, es necesario que ocurran al menos dos convulsiones sin un desencadenante conocido (convulsiones no provocadas) con una diferencia de al menos 24 horas para tener un diagnóstico de epilepsia”.
Así lo explicó Daniela Sosa, neuróloga de DIM Centros de Salud.
Muchas veces las personas que presencian una crisis epiléptica se asustan y no saben qué hacer.
Para estas personas, hay una serie de recomendaciones para mantener la calma, actuar y ayudar a la persona hasta que la crisis haya terminado.
Mantener la calma.
No tratar de contener a la persona o sus movimientos.
De ser posible tomar el tiempo de la convulsión.
Despejar el área de objetos duros o peligrosos para evitar que la persona se golpee o dañe.
Si la persona que sufre la crisis usa anteojos, hay que quitarlos.
Poner a la persona de costado para facilitar la respiración y mantener las vías aéreas libres y que la saliva caiga de su boca.
Poner algo plano y suave bajo su cabeza.
No tratar de forzarle para abrir la boca, ni poner ningún objeto duro, ya que podría ahogarse o hacerse daño.
Permanecer con la persona hasta que la crisis terminó naturalmente, asegurándose de que vuelva la conciencia.
Cuando la persona recupere la conciencia y la crisis terminó, hay que ayudarle a encontrar un lugar para descansar y recuperar su orientación.
Es importante saber que la mayoría de las personas con epilepsia, cuando sufren una crisis, por lo general, se recuperan de manera espontánea.
Por lo que no es necesario llamar a un médico a menos que la crisis dure más de 5 minutos.
También si no existe certeza de que la persona ya era epiléptica.
Asimismo, si hay una recuperación lenta y se presenta una segunda crisis o se dificulta la respiración después de la convulsión.
Del mismo modo, si hay signos de daño en cualquier parte del cuerpo o en la cabeza, la persona tiene diabetes o fiebre alta.
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