Cambio positivo en patentes farmacéuticas en la Argentina
Un informe reciente de la USTR marca un cambio en la visión de EE.UU. sobre patentes farmacéuticas en Argentina fomenta la protección de la propiedad intelectual y la investigación en el sector.
La Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) publicó su Informe Especial 301 de 2024 sobre la idoneidad y eficacia de la protección y aplicación de los derechos de propiedad intelectual (PI) de los socios comerciales de los Estados Unidos y la Argentina continúa apareciendo en la Priority Watch List, la lista negra de países que deben hacer grandes esfuerzos por modificar determinadas prácticas que transgreden la ley y habilitan la competencia desleal.
El dato llamativo de esta edición es que por primera vez en más de una década el documento no cuestiona explícitamente la política argentina de patentes medicinales, algo que cayó como una bomba en el centro de la industria farmacéutica y ha provocado en las últimas horas el festejo de los laboratorios argentinos y la furia de los extranjeros.
Una Nueva Perspectiva sobre Patentes Farmacéuticas
El cambio reciente en la visión de EE.UU. sobre patentes farmacéuticas en Argentina ha generado un giro positivo, enfatizando la importancia de la protección y aplicación de la propiedad intelectual.
Hace especial hincapié, por ejemplo, en la venta de este tipo de productos en el mercado de La Salada, en el barrio de Once y otros lugares físicos de Buenos Aires y por Internet. Dice que “la policía argentina no suele emprender acciones de oficio y los procesamientos pueden estancarse y languidecer en formalidades excesivas”.
El documento también señala que “el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) continúa funcionando con un número reducido de examinadores de patentes, con recursos limitados que plantean desafíos para la contratación y retención”, y considera que “Argentina logró pocos avances en la protección de la propiedad intelectual en 2023”.
Los precios de los medicamentos son un elemento clave de la canasta de los argentinos.Los precios de los medicamentos son un elemento clave de la canasta de los argentinos.
Impacto en Laboratorios Nacionales
Esta alteración en la percepción tiene implicaciones significativas para los laboratorios nacionales en Argentina, fomentando un ambiente más propicio para la innovación y la investigación en el sector farmacéutico.
Las patentes son otorgadas por 20 años en Argentina para cualquier tipo de innovación. Los laboratorios extranjeros, entre otras cosas, basan su reclamo en los obstáculos para los patentamientos y en que dicho lapso empieza a correr desde que se aprueba la investigación y desarrollo del medicamento, que puede llevar entre 10 y 12 años, por lo que sólo queda la diferencia para el usufructo exclusivo.
Desde las compañías locales, en cambio, consideran que la posibilidad de que los laboratorios nacionales puedan fabricar esos mismos medicamentos permite que haya más competencia y que los precios de los remedios tiendan a bajar. La pelea -con sus diversos ribetes y opiniones- se funda en el antiguo y difícil balance que exige toda política de salud pública: la innovación versus el acceso.
Diplomacia Colaborativa para el Cambio
El diálogo constructivo entre la USTR y la Embajada Argentina en EE.UU. ha sido fundamental para impulsar este cambio progresivo hacia un enfoque más equilibrado en las patentes farmacéuticas.
En desarrollos recientes, Estados Unidos ha revisado su postura sobre patentes farmacéuticas en Argentina, reconociendo los esfuerzos del país por equilibrar las pautas de patentabilidad para prevenir monopolios y fomentar la competencia. Este cambio, resaltado en el «Informe Especial 301 de 2024 sobre Protección y Aplicación de la Propiedad Intelectual», significa un alejamiento de las críticas anteriores y un reconocimiento del compromiso de Argentina con la innovación en la industria farmacéutica.
La recepción positiva de las pautas de patentabilidad argentinas por parte de EE.UU. refleja un esfuerzo de colaboración entre ambas naciones, enfatizando la importancia de los derechos de propiedad intelectual para impulsar la investigación científica y el acceso público a medicamentos esenciales.
Este cambio no solo beneficia al sector farmacéutico, sino que también establece un precedente para la cooperación internacional en asuntos de propiedad intelectual, allanando el camino para un panorama farmacéutico global más armonioso.
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