Piel de Cristal

Científicos de la Fundación Respirar realizaron avances significativos en la cura de “piel de cristal”

Científicos de la Fundación Respirar infundieron células madre con intenciones curativas a una paciente rosarina.

Con una enfermedad conocida como “piel de cristal”, cuyo verdadero nombre es epidermólisis ampollar o bullosa (EB).

Los científicos de la Fundación Respirar participaron como únicos de un centro argentino en el marco de un estudio clínico internacional.

Del que participan 23 prestigiosos centros asistenciales de países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Dinamarca, Países Bajos e Israel, entre otros.

Es el primer caso en Latinoamérica, y por Argentina se espera que participen al menos 14 pacientes.

Sobre una población estimada de 250 personas que presentan los tipos de Epidermólisis Bullosa (EB).

La piel de cristal (EB) es una enfermedad genética y poco frecuente.

Técnicamente denominada epidermólisis bullosa (o ampollar), ocasiona fragilidad en la piel y mucosas.

Produciendo así ampollas y heridas en cualquier parte del cuerpo ante una fricción, golpe o espontáneamente.

En casos graves pueden aparecer inclusive en el interior del cuerpo.

Hasta el momento no tiene cura y se tratan sus síntomas, mayoritariamente controlando el dolor y la picazón.

Y curando las heridas causadas por la fragilidad cutánea.

En el marco del estudio, ya se le infundieron células madre a la primera paciente, una rosarina de 31 años que ya regresó a su domicilio.

Se espera continuar con el tratamiento en por lo menos 14 pacientes argentinos que aguardan sumarse voluntariamente a la investigación.

Se estima que en nuestro país hay 500 personas con esta enfermedad y 250 con las formas más graves.

“Estamos orgullosos de que Argentina participe en esta importante investigación”.

“Y que pacientes de nuestro país puedan llegar a beneficiarse con este tratamiento innovador”.

“Que es producto de una tecnología sumamente disruptiva”.

Así lo afirmó Alexis Doreski, director de Fundación Respirar.

“Nuestra Fundación Respirar es parte de un estudio que reúne a una veintena de centros de máximo prestigio mundial”.

Las células alogénicas se generan y proveen por intermedio del laboratorio alemán Rheacell, patrocinador del ensayo.

Cada sesión terapéutica consiste en dos infusiones de unos 5 a 10 minutos de duración cada una.

Que se realizan en un entorno aséptico y en ámbito hospitalario, por cuestiones de asepsia y prevención.

Finalizadas las infusiones, el paciente se controla por aproximadamente 2 horas en su habitación y es dado de alta.

Las células alogénicas llegaron en avión a Ezeiza provenientes de Alemania, de la casa matriz del laboratorio productor.

Se llama células alogénicas a aquellas provenientes de individuos genéticamente diferentes.

Pero de la misma especie que se desea reemplazar y que se trabajan genéticamente mediante un proceso de alta complejidad.

“Es una enfermedad invalidante que afecta totalmente la calidad de vida de los pacientes”

“La esperanza materializada a través de esta investigación comenzó hace dos años en un congreso”.

“Y logramos que nuestro país sea parte, para tratar de mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

“Y retrasar o impedir las complicaciones que al día de hoy son progresivas e irreversibles”.

Esto dijo por su parte María Florencia Fernández, Investigadora principal del equipo de científicos de la Fundación Respirar.

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