
Trasplante hepático infantil: Argentina busca ampliar el acceso en América Latina
- Redacción
- 8 octubre, 2025
- Actualidad
- Argerich, Hospital Garrahan, Incucai, OPS, Portada, trasplante hepático infantil
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Un taller internacional sobre trasplante hepático infantil se dio en Buenos Aires con el apoyo de la OPS. Reunió a equipos médicos de cinco países para fortalecer sus capacidades y facilitar la disponibilidad de esta práctica vital que salva vidas.
En el Hospital Garrahan, un equipo de médicos realizó un trasplante de hígado con la precisión que da la experiencia. En paralelo, en un aula del mismo establecimiento, diez especialistas en cirugía y trasplante de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú siguieron la operación. Es parte del Proyecto de Cooperación entre Países para el Desarrollo Sanitario de la OPS. Así se llevan adelante una serie de iniciativas para reforzar la capacidad técnica y operativa de los programas y redes de donación y trasplante en Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú.
La cooperación la lidera el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). En ese marco, se realizó el II Curso de Trasplante Hepático Pediátrico tras la primera experiencia en el año 2019. Expertos en trasplante hepático pediátrico del Garrahan compartieron sus conocimientos y el curso incluyó la posibilidad de presenciar una cirugía de trasplante de donante vivo.
“Poder realizar distintos tipos de trasplante de órganos, tejidos y células es clave para mejorar la calidad de vida de las personas. Pero aún existen brechas y desafíos en la región que se pueden sortear a través de la colaboración”. Así lo indicó la representante de OPS en Argentina, Eva Jané Llopis.
Para ello, durante cuatro días los profesionales asistieron a sesiones teóricas y prácticas en el Incucai y en el Garrahan. En las que se abordaron temas como selección de donantes, sistemas de información para la trazabilidad de los procesos, conformación de equipos de cirugía. Además de técnicas quirúrgicas, recuperación postoperatoria, y gestión institucional.
“El propósito es fortalecer la gobernanza, aumentar la disponibilidad de los órganos y asegurar el acceso a todas las personas sin restricciones. Para ello estamos trabajando para mejorar la calidad, no solamente en Argentina, sino en otros países. Lo hacemos bajo protocolos, que están disponibles para todos”. Así lo señaló el jefe del Servicio de Trasplante del Garrahan, Oscar Imventarza.
Una parte central del curso fue observar un trasplante en tiempo real. “La idea es que la capacitación tenga una parte vivencial con un trasplante de donante vivo que tiene la posibilidad de programación a diferencia de la cirugía con donación cadavérica”. Esto indicó por su parte el cirujano infantil y especialista en trasplante hepático pediátrico del Garrahan, Esteban Halac.
De todos modos la planificación tiene sus límites y un incidente (como que la persona que recibe el órgano tenga fiebre) puede llevar a postergar la cirugía. En este caso, la primera opción prevista se canceló por lo cual se pasó a la segunda. Y los participantes del curso pudieron seguir de cerca cada instancia del procedimiento para que una beba de seis meses y menos de cinco kilos recibiera una porción de hígado de su mamá.
“La cirugía del donante vivo si bien está muy reglada es compleja y muy estresante. Porque uno tiene dos preocupaciones: que reciba el hígado el receptor y que el donante esté debidamente cuidado”, remarcó Halac.
Es por eso que se requieren grupos muy bien entrenados que puedan rotar dos veces durante todo un procedimiento. El equipo quirúrgico se constituye de un cirujano y dos ayudantes. A ellos se le suman dos instrumentadores, uno o dos anestesistas, técnicos de anestesia y todo el personal auxiliar de quirófano. Para el trasplante también trabajan hemoterapistas y especialistas en imágenes.
En este caso, el proceso tomó cerca de seis horas. La primera parte implicó el trabajo del equipo quirúrgico de adultos del Hospital Argerich. Este se encargó de la división del hígado y de extraer la parte destinada a la receptora y cuidar a la donante. Luego intervino el equipo del Garrahan para adaptar esa porción del órgano al cuerpo de la pequeña y, finalmente, proceder al trasplante.
Mientras tanto, los cirujanos de los cinco países que estaban en el aula intercambiaban conocimientos y hacían consultas. Incluso se sumaron profesionales de otras especialidades. Con más de mil trasplantes hepáticos pediátricos realizados, el Garrahan tiene resultados comparables a los estándares internacionales. “Es por eso que además de hacer los trasplantes el Garrahan tiene la misión de achicar las brechas y colaborar para que los distintos países puedan tener acceso a esta práctica”.
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