Proteger la piel en verano

Proteger la piel en verano durante el tratamiento oncológico

El verano es una época ideal para disfrutar del aire libre, pero también es un momento en el que se deben redoblar los esfuerzos para proteger la piel. La exposición al sol puede tener efectos dañinos a corto y largo plazo, por lo que es esencial adoptar medidas preventivas para cuidar la salud dermatológica. Y fundamentalmente si una persona está bajo un tratamiento por cáncer.

 “Algunos medicamentos que se usan para tratar tumores pueden generar efectos secundarios en la piel o volver la piel más sensible a la radiación solar. Pero no ocurre con todos los tratamientos. Tanto la quimioterapia como la inmunoterapia pueden producir distintos tipos de lesiones. Generalmente, la gran mayoría son reversibles y no dejan secuelas. De todos modos, es importante consultar al médico para confirmar si el fármaco que uno está recibiendo puede estar causando efectos secundarios en la piel. Y así hacer un seguimiento adecuado. Muchas veces las personas pasan por alto ciertas señales porque piensan que son irrelevantes o que no tienen relación con el tratamiento”. Así lo remarcó Carlos Silva, director médico y coordinador del Área de Acompañamiento al Paciente de Lalcec.

Silva señaló asimismo algunas recomendaciones a tener en cuenta para proteger la piel en verano. “En principio es fundamental evitar la exposición al sol en las horas pico, incluso cuando está nublado, ya que los rayos atraviesan las nubes. También es importante usar protector solar con FPS 50, aplicarlo antes de salir y volver a colocarlo cada dos horas o después de actividades acuáticas. Se recomienda además usar ropas claras y de mangas largas, para cubrir brazos y piernas, que son las más expuestas. Y, por último, proteger el cuero cabelludo con un sombrero, ya que esa área también suele recibir mucha radiación sola”

Durante el tratamiento oncológico es importante tomar algunos recaudos para proteger la piel en verano. Como evitar el sol entre las 10 y las 16 o directamente siempre que la sombra sea más corta que la propia altura. Asimismo, usar protector solar, idealmente con FPS 50, y re aplicarlo según indicación. Además, no tomar sol si está recibiendo medicamentos que sensibilizan la piel. También consultar al oncólogo cuáles de las drogas del tratamiento pueden aumentar la sensibilidad a la radiación ultravioleta. Y mantener una buena hidratación, tanto tomando suficiente agua como usando cremas hidratantes diariamente.

“Se recomienda realizar un control anual con un dermatólogo, preferentemente antes del verano. De ese modo se recibirán indicaciones para el cuidado de la piel y también se podrán detectar lesiones de alto riesgo que requieren de seguimiento. Es importante consultar antes si aparece alguna lesión que: persiste en el tiempo, es asimétrica, tiene bordes irregulares, cambia de color o es muy oscura, supera los 6 milímetros o crece, sangra o muestra algún cambio importante”.

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