
Neokit crea test simples y económicos para numerosas enfermedades
- Redacción
- 29 mayo, 2025
- I+D
- Chagas, chikunguñya, CONICET, COVID, Dengue, Laboratorio Pablo Cassará, Neokit, Portada, viruela de mono
- 0 Comments
Neokit es una empresa del Conicet que crea test simples y económicos para detectar numerosas enfermedades. Dengue, Chagas, viruela de mono, chikunguñya y Covid son algunas de las patologías que se pueden identificar en solo una hora a través de sus productos.
Neokit es una empresa conformada sobre la base de un Consorcio Público-Privado entre el Conicet y el Laboratorio Pablo Cassará. La crearon el biólogo Adrián Vojnov, científico del Conicet en el Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein, y la investigadora del Conicet Carolina Carrillo. Entre los dos, decidieron unir sus saberes para crear un kit de diagnóstico sencillo y efectivo para una enfermedad que, hasta ese momento, era muy difícil de detectar en recién nacidos: Chagas.
“El diagnóstico de Chagas en recién nacidos aun hoy es muy precario. Se hace a través de una gota de sangre al microscopio. Es una prueba que generalmente no detecta al parásito aunque esté porque tiene muy baja la sensibilidad. Nosotros hicimos este kit y probamos el prototipo, que funcionó muy bien. Vimos que era una herramienta poderosa. Después de muchas pruebas de laboratorio y trabajo conjunto, creamos el primer kit argentino de biología molecular para detectar Chagas que aprobó la Anmat”. Así lo señaló Carrillo, especializada en esa enfermedad.
Pero había un detalle que se les pasó por alto y significó una lección acelerada de cómo aplicar ciencia en un producto. “Cuando terminamos de producirlo a escala industrial, aunque era simple y sensible, descubrimos que no era rentable. El precio era excesivo para la realidad. No pudimos comercializarlo, pero nos dio una experiencia que nos sirvió para todo lo que vino después”.
Todo lo que vino después fue probar ese mismo método de los kits en otras enfermedades. Como dengue, chikungunya, sífilis. Hasta que, en enero de 2020, apareció en China una enfermedad llamada SARS-CoV-2. Apenas escuchó que se propagaba por el mundo, Vojnov y el equipo de Neokit pidieron muestras de pacientes al Instituto Malbrán. Y se volcaron a trabajar a contrarreloj a adaptar sus kits para detectar aquel nuevo virus que azotaba al mundo. Para mayo de 2020 ya tenía un kit molecular para detectarlo tan sensible como la prueba de PCR y mucho más veloz. El resultado estaba en una hora.
Vendieron más de 6 millones de pruebas de coronavirus en dos años de pandemia. El producto llegó a exportarse a Panamá, Bolivia, Colombia, Canadá, El Salvador y Paraguay. “Todo lo que hicimos antes nos dio experiencia para que cuando llegara la pandemia ya tuviéramos mucha de cosas que funcionaban y cosas que no. Eso nos permitió responder rápido y hacer algo muy reconfortante. Poner el esfuerzo en un momento muy difícil socialmente y lograr el desarrollo de los kits de diagnóstico que más se vendieron en el país”. Esto indicó por su parte Vojnov.
El equipo de trabajo de Neokit se completa con Luciana Larocca y Fabiana Stolowicz, investigadoras del Conicet en el ICT-Milstein. Y Santiago Werbajh, investigador de la Fundación Pablo Cassará. Su diferencial es que lograron desarrollar un método novedoso, que funciona amplificando millones de veces la ínfima porción de información genética que deja un agente patógeno. “Si tenés un grano de arena, no lo ves, pero si estás en la playa lo ves porque está junto a todos los demás. Nuestro test funciona igual. Una partícula del material genético patógeno no se puede ver ni detectar, pero si la podés amplificar miles de veces llegás a tener una masa que permite verla”. Así lo definió Carrilo.
La de Neokit es una técnica molecular simple y a la vez sensible, que se puede realizar sin necesidad de equipamientos específicos. “La muestra puede ser de sangre, un hisopado, o las nervaduras de una planta, según la enfermedad que se desee detectar. Una vez que se toma, se separa una pequeña porción y se la introduce en un tubo de reacción con un reactivo colorimétrico que posee la característica de virar de color. A esa muestra se la somete a una temperatura constante y se espera una hora. Si la muestra sigue del mismo color, violeta, es negativa. Si se vuelve azul-celeste, es positiva.
Este kit de diagnóstico no requiere equipamientos costosos, técnicos especializados ni una conservación a menos veinte grados, como usualmente se usa para estos test. Y su precio en el mercado es de alrededor de cinco dólares, cuando pruebas similares de PCR cuestan usualmente al menos quince o veinte dólares”.
Leave A Comment