
Las enfermedades de animales amenazan la salud humana
- Redacción
- 8 septiembre, 2025
- Eventos
- enfermedades zoonóticas, Instituto de Investigaciones en Epidemiología Veterinaria, MSD, Organización Mundial de Sanidad Animal, Portada, Una Salud
- 0 Comments
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) advirtió que el cambio climático está acelerando la expansión global de patologías que provienen de los animales. En Argentina, las enfermedades que transmiten los animales se consolidan como un desafío para la salud pública. En este marco, MSD llevó adelante el encuentro Una Salud. Allí reunió a médicos y veterinarios para debatir sobre los desafíos actuales y la importancia de implementar este enfoque integral en la prevención de enfermedades zoonóticas. Y también la protección de la salud pública a partir de un diálogo estratégico enfocado en innovación y prevención.
“Analizar la sanidad desde una perspectiva global, entendiendo que las condiciones del medio ambiente repercuten directamente tanto en las personas como en los animales. Y que las acciones humanas pueden alterar esos ecosistemas y la salud de las especies que lo habitan. Eso nos dará herramientas para estar mejor preparados para los desafíos que vienen”. Así lo indicó Francisco Nacinovich, jefe de Infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). También cofundador y exdirector de Investigación en Resistencia a los Antibióticos (Invera).
Por su parte, la OMSA advirtió que las enfermedades animales están avanzando sobre regiones donde antes no estaban presentes. Y que casi el 50% representa una amenaza directa para la salud de las personas. El cambio climático y la degradación ambiental producida por el hombre actúan como aceleradores de este fenómeno. Alterando así los hábitats naturales y en consecuencia aumentando la probabilidad de brotes y pandemias de origen animal.
Este estudio complementa el que se publicó en 2022 en Science Advances. Concluyó que el 9% de la superficie terrestre mundial ya se encuentra en riesgo “alto o muy alto” de brotes zoonóticos por factores climáticos. Regiones que hasta hace poco estaban libres de estas patologías se convirtieron en entornos aptos para su transmisión.
La primera consecuencia directa de esta situación es económica. Más del 20% de las pérdidas globales en producción de alimentos se deben a enfermedades provenientes del mundo animal. En Argentina, como indicó la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios (Caprove), estas patologías generan pérdidas anuales equivalentes a alrededor de $ 60.000 millones. Afectando así la producción de proteínas de calidad y el acceso de la población a alimentos seguros. “Este impacto económico convierte a la prevención en un tema clave de políticas públicas y seguridad alimentaria”, afirmó Nacinovich.
La segunda tiene efectos directos en materia de salud. Como indicó la OMS, el 60% de las enfermedades infecciosas humanas tienen origen animal. Mientras que el 75% de las enfermedades emergentes son zoonosis, es decir, transmitidas de animales a personas. Como indica Tomás Orduna, exjefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero del Hospital Muñiz. En el país, éstas “constituyen una amenaza activa en latente expansión. La rabia persiste en murciélagos y requiere mantener la vacunación en mascotas. Mientras que el riesgo de contraer leptospirosis, que se transmite a través de la orina de ratas o perros infectados, es alto en las grandes ciudades. Y la leishmaniasis visceral canina ya está presente en nueve provincias y puede ser mortal para humanos”.
La vigilancia, la vacunación y el cuidado ambiental son estrategias centrales para frenar su avance. También es clave promover el uso responsable de antimicrobianos en medicina humana y veterinaria. Tanto para tratar infecciones diagnosticadas como para evitar su uso preventivo indiscriminado en animales sanos. Ya que esto favorece el desarrollo y la diseminación de resistencia a antibióticos entre especies, lo que compromete el control efectivo de infecciones zoonóticas.
“Prevenir y controlar la transmisión de patógenos entre humanos y animales a través de estrategias como la vacunación, así como implementar políticas que ayuden a mitigar los efectos del cambio climático son, entre otras, medidas fundamentales para crear barreras epidemiológicas que protejan tanto a comunidades como a especies animales enteras”. Así lo destacó Edgardo Marcos, director del Instituto de Investigaciones en Epidemiología Veterinaria (IIEV UBA).
Leave A Comment