
Científicas del Conicet hallaron revelaciones sobre el Covid prolongado
- Redacción
- 21 abril, 2025
- I+D
- Cell Death & Disease, CONICET, Covid prolongado, Instituto de Química Biológica, Nature, Portada, SARS-CoV-2
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Un estudio de científicas del Conicet reveló nuevas claves para comprender el Covid prolongado. Del estudio también participaron laboratorios de Uruguay y Canadá. El análisis señala que el virus SARS-CoV-2 se propagaría por el organismo a través de los glóbulos rojos de la sangre. Lo que ayudaría a explicar que pueda alcanzar diversos tejidos del cuerpo humano y permanecer allí sintomáticamente de manera prolongada.
Así, a diferencia de lo que se creía en un comienzo, no se trata de un mero patógeno respiratorio. Sino de un virus que afecta al organismo de manera sistémica. Y entonces alcanza, por ejemplo, al corazón, los riñones e incluso el cerebro. Sin embargo, aún permanecen poco comprendidas las vías de su propagación.
En este sentido el estudio de las científicas del Conicet revela que el patógeno causante de la pandemia del 2020 llegaría a los distintos tejidos del cuerpo humano a través de la sangre. Más específicamente de los globulos rojos, a partir de la interacción del virus con un componente clave de la hemoglobina. El estudio se publicó en la revista Cell Death & Disease del grupo Nature.
El hallazgo proporciona así nuevas claves para comprender y buscar tratamientos para el Covid-19. Y lo que se conoce como long Covid o Covid prolongado, tal como se denomina a la persistencia sintomática de reservorios del virus en múltiples tejidos del organismo aun meses después de producida la infección.
El Covid prolongado es un síndrome que afecta tanto a adultos como a niños. Y en muchos casos se relacionó con la persistencia de diversas anomalías hematológicas posteriores a la recuperación de la fase aguda de la enfermedad. Por este motivo, se hace evidente que esta sintomatología persistente requiere de un abordaje más preciso y exhaustivo de las manifestaciones hematológicas. Así como una consideración de la importancia que podría tener la sangre en el desarrollo de la patología y su prolongación en el tiempo.
Por su parte, Geraldine Gueron, indicó que “el descubrimiento fue posible gracias al testeo de una hipótesis que no se pudo corroborar”. Ella es directora del Laboratorio de Inflamación y Cáncer del Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Y realizó la investigación con la primera autora del artículo´, Ayelén Toro. Una de las líneas de investigación se relaciona con la evaluación del rol antitumoral y antinflamatorio de la enzima Hemo-oxigenasa 1 (HO-1) en cáncer de próstata.
Cuando empezó la pandemia, al revisar la literatura existente, las científicas del Conicet encontraron publicaciones de que HO-1 estaba también reportada como como un potencial agente terapéutico antiviral y antiinflamatorio para infecciones como HIV, influenza, Zika, hepatitis B, hepatitis C. Entonces se propusieron probar si HO-1 podía ayudar a contener o moderar los síntomas del Covid-19. A partir del amplio conocimiento que tenían de esta enzima. Y también de la necesidad de buscar terapias para el tratamiento del nuevo Coronavirus,
En el laboratorio contaban con hemina, una droga que puede inducir la expresión de la HO-1. Que ya se encuentra aprobada hace años para el tratamiento de porfiria por organismos reguladores como la Anmat y la FDA.
Sin embargo comenzaron a realizar estudios con la droga en líneas celulares de diferentes órganos. Y a hacer un paneo de las proteínas que se expresaban que podrían estar relacionadas con una respuesta a la infección. Dado que en el laboratorio no tenían las condiciones de bioseguridad necesarias para trabajar con virus. En un paso siguiente, comenzaron a trabajar con herramientas que permiten simular infecciones virales y al administrar hemina los resultados fueron prometedores.
Para realizar los estudios in vivo, con ratones infectados con un virus análogo al SARS-CoV-2, tuvieron que trasladarse al Instituto Pasteur de Uruguay. Gracias a un estudio colaborativo con un grupo de investigación de Canadá, pudieron realizar simulaciones computacionales. Para comprobar que efectivamente podía haber una afinidad entre el grupo hemo de la hemoglobina y la proteína spike del SARS-CoV-2.