Los hábitos alimentarios son fundamentales en la capacidad reproductiva

Los hábitos alimentarios son fundamentales en la capacidad reproductiva

Redacción
17 julio, 2024
Salud
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Los hábitos alimentarios juegan un papel fundamental en la capacidad reproductiva tanto masculina como femenina.

Hasta hace poco, la relación entre nutrición y fertilidad era un campo poco explorado.

Sin embargo, hoy en día, se reconoce ampliamente que los hábitos alimentarios son fundamentales.

Para ello es importante brindar las herramientas terapéuticas con una mirada integral, tanto a nivel nutricional, clínico y emocional.

Contemplando las bases fisiológicas y fisiopatológicas en el abordaje de la fertilidad y regulación hormonal.

Existe evidencia sólida de que “los patrones de alimentación saludables previos a la concepción entre hombres y mujeres en edad reproductiva tienen un efecto beneficioso sobre la fertilidad”.

Así lo indicó un documento de la Biblioteca Nacional de Medicina del Centro Nacional para la Información Biotecnológica, en Estados Unidos.

Además, el trabajo revela que un patrón de alimentación consistente con las recomendaciones de las Guías Dietéticas para los Estadounidenses se asoció con una mejora en la calidad de los óvulos y en la calidad de espermatozoides en los hombres.

Estas guías recomiendan un alto consumo de cereales integrales, aceites monoinsaturados o poliinsaturados, variedad de verduras-frutas y pescado.

«La cantidad y calidad nutricional de los alimentos que elegimos, tiene una relación muy estrecha con la fertilidad”.

“Tanto en hombres como en mujeres, la nutrición juega un papel muy importante».

Así lo indicó Fedra Defendente, nutricionista líder del Área de Nutrición de Procrearte.

Procrearte es una institución con más de 20 años de experiencia en medicina reproductiva en Argentina.

Y además alberga la red de medicina reproductiva más grande de Latinoamérica.

”La nutrición no solamente influye en la capacidad reproductiva”, indicó la especialista.

“Sino que además, afecta la implantación del embrión, desarrollo del feto e incluso la salud del futuro bebé”.

“Si solo tratamos los síntomas de infertilidad no es suficiente y estamos llegando tarde”.

“Detectar qué provoca estos síntomas y cambiar el patrón de alimentación actual es fundamental”-

“Para reducir o eliminar dichos síntomas, aumentando así las probabilidades de concepción”

Según Defendente, un patrón de hábitos alimentarios proinflamatorio más a un estilo de vida sedentario, la presencia de estrés sostenido en el tiempo y el consumo de sustancias tóxicas influyen negativamente en la fertilidad.

Lo que puede traducirse en reducir reservas de sustancias nutritivas necesarias para que los sistemas reproductivos funcionen correctamente.

En cambio, hay otros alimentos que pueden favorecer la fertilidad.

“En relación con la alimentación, se destaca la ingesta de hidratos de carbono complejos, fibra, grasas monoinsaturadas y ácidos grasos omega-3 que podrían tener un efecto beneficioso”.

“Asimismo, es indispensable tener un aporte adecuado de ácido fólico, B12, vitaminas A, D, C y E, calcio, hierro, zinc, selenio y yodo para evitar problemas en la fertilidad”.

“Estos cambios son necesarios para que la fertilidad se regule con eficacia y así brindar aquellas vitaminas y minerales a órganos esenciales para la reproducción”.

“Como la hipófisis, la glándula tiroidea, los ovarios o los testículos”.

En Procrearte “nos basamos en las investigaciones más recientes sobre nutrición y utilizamos un enfoque Psico Neuro Inmuno Endocrinología (PNIE), como una disciplina médica integrativa”.

“La PNIE Clínica es una nueva disciplina médica traslacional que vuelve a centrar la atención en las personas”.

“Examina al paciente desde una perspectiva más humanista y busca el origen de la enfermedad”.

“Este enfoque otorga al paciente un papel protagonista en su bienestar y fomenta un estilo de vida saludable”.

Como indico la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 17,5% de la población adulta experimenta dificultades para concebir después de un año de relaciones sexuales sin protección.

En Argentina, estas estadísticas no son menos significativas.

Con la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR) estimando que entre el 15% y el 20% de la población enfrenta problemas de fertilidad.