Varda Space Industries ya puede fabricar exitosamente medicamentos en el espacio
- curecompass
- 26 marzo, 2024
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Un paso crucial para la ciencia y para la fabricación de medicamentos en el espacio. Varda Space Industries fabricó con éxito una muestra de medicamento contra el VIH a bordo de su nave espacial y, la clave, la devolvió sana y salva a la Tierra.
El 12 de junio de 2023, un cohete Falcon 9 de SpaceX puso en órbita con éxito varios satélites, entre ellos un pequeño laboratorio automatizado llamado W1 -construida por Rocket Lab para Varda Space, que le provee energía, comunicaciones y sistemas de propulsión y control- que a lo largo de los ocho meses que duró la misión, logró hacer una forma específica de ritonavir, un medicamento utilizado habitualmente para tratar el VIH.
El primer producto medicinal de ese tipo fabricado en el espacio debía volver a la Tierra en septiembre pero la empresa debió demorar más de 5 meses el traslado del medicamento desde el espacio a Tierra debido a la demora de los trámites burocráticos, claro, hasta obtener una licencia de reentrada de las autoridades estadounidenses.
Ante la novedad del hecho, la empresa y el gobierno se vieron sorprendidos ya que ingresar un medicamento producido en el espacio debía cumplir con «trámites aduaneros» y formas que nunca antes se habían realizado. Finalmente, el fármaco espacial logró el permiso de ingreso necesario para aterrizar en el desierto de Utah a principios de marzo.
Porqué fabricar medicamentos en el espacio
Puede que no parezca gran cosa, pero es una prueba de concepto crucial para una técnica que allana el camino para hacer en órbita fármacos que no pueden hacerse en la Tierra. El hecho de que el ritonavir de Varda se creara exactamente como se había previsto y se mantuviera estable durante su regreso a la Tierra es especialmente prometedor. La versión del fármaco que intentó la empresa es una de sus formas menos estables.
Lograr fabricarlo en el espacio es la prueba de que la tecnología de la empresa no sólo puede hacer un medicamento en órbita, sino también traerlo sano y salvo de vuelta a la Tierra. «Nuestro análisis confirma que tenemos el mismo control [de fabricación] en el espacio que en la Tierra«, declaró a la revista Forbes Adrian Radocea, director científico de Varda.
El 12 de junio de 2023, un cohete Falcon 9 de SpaceX puso en órbita con éxito varios satélites, entre ellos el W-1 de la empresa californiana Varda Space Industries.
Pero, ¿por qué querría alguien fabricar medicamentos en el espacio? Ya son bastante caros, y los cohetes no son baratos. La respuesta está en el proceso de cristalización. En muchos fármacos, la forma en que se produce la cristalización puede tener importantes repercusiones en los costos de fabricación, la calidad general, la estabilidad y la eficacia en los pacientes. Además, puede determinar si puede hacerse en forma de píldora o requerirá una vía intravenosa.
Y resulta que, en la microgravedad del espacio, es más fácil hacer ciertos cristales que acá en la Tierra, y tener un control más preciso del proceso. Por eso en la Estación Espacial Internacional se llevan a cabo experimentos de cristalización de proteínas desde hace más de dos décadas. El año pasado, los gigantes farmacéuticos Bristol Myers Squibb y Eli Lilly llevaron experimentos de cristalización de proteínas a la Estación Espacial Internacional.
Un avance clave, según Delian Asparouhov, cofundador y presidente de Varda, es un experimento realizado en 2019 en la Estación Espacial Internacional con Keytruda, el medicamento de Merck contra el cáncer. Esa investigación descubrió que, en microgravedad, era posible hacer formas cristalinas estables del fármaco que podían administrarse con una inyección y almacenarse a temperatura ambiente. La diferencia es enorme: la versión terrestre requiere refrigeración y sólo puede administrarse por vía intravenosa.
Según Asparouhov, el experimento fue impresionante, pero también mostró las limitaciones de utilizar la ISS como lugar principal para este tipo de investigación. «La cadencia fue demasiado baja y los costos demasiado altos», dijo. Esto se debe a que la ISS es una nave espacial compleja certificada para transportar personas de forma segura, «pero los humanos no son realmente necesarios» para hacer ingredientes de fármacos sin necesidad de astronautas a bordo.
Eso es lo que en última instancia llevó a la fundación de Varda en 2020 por Asparouhov, Will Bruey y Daniel Marshall. Desde entonces, la empresa recaudó 54 millones de dólares en capital riesgo hasta la fecha, con una valoración de 149,5 millones de dólares, según Pitchbook. Su visión es construir satélites de fabricación reutilizables y automatizados que puedan hacer ingredientes de medicamentos en el espacio y devolverlos a la Tierra para entregarlos a sus clientes sin necesidad de astronautas a bordo.
Tras el éxito de su primera misión de demostración, Asparouhov afirma que la empresa está lista para empezar a hacer productos para sus clientes en su plataforma de fabricación orbital. No se trataría necesariamente de lotes pequeños. Como ejemplo, Asparouhov dijo que una de las naves de Varda podría optimizarse para hacer ingredientes para unas 200.000 dosis de Keytruda en el espacio a la vez.
«Creo que Varda será la primera empresa que demuestre realmente que el traslado de átomos de un lado a otro del espacio tiene valor», afirmó.
*Con información de Forbes US
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