
Síndrome urémico hemolítico: una enfermedad prevenible mediante buenos hábitos
- Redacción
- 27 agosto, 2025
- Salud
- escherichia coli, Hospital de Clínicas, Portada, Shiga, Síndrome Urémico Hemolítico, STEC
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Si bien tiende a descender, Argentina es el país donde se registran más personas con síndrome urémico hemolítico. Se desencadena generalmente por la ingestión de alimentos o agua contaminados. Pediatras del Hospital de Clínicas de la UBA abordan las causas, síntomas y prevención de esta patología.
“El síndrome urémico hemolítico es una enfermedad caracterizada por la destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica). Y la disminución de las plaquetas en la sangre (trombocitopenia). Con compromiso de múltiples órganos, en especial los riñones, lo que puede llevar a insuficiencia renal aguda. La causa más común de SUH se asocia con infecciones intestinales que causa la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC)”. Así lo precisó Diego Ripeau, nefrólogo pediátrico del Departamento de Pediatría del Clínicas.
Como indicó el Ministerio de Salud, se registra una tendencia en la última década al descenso de esta afección. Generalmente se desencadena por la ingestión de alimentos o agua contaminados con la bacteria STEC. Esta bacteria produce toxinas que dañan el endotelio de los vasos sanguíneos. Y los riñones, por ser uno de los órganos más vascularizados, son su principal blanco, lo que lleva a la formación de trombos y, en última instancia, al fallo renal.
“Si bien los casos y tasas de notificación de SUH en Argentina muestran una tendencia descendente en los últimos años, continúa siendo una enfermedad endémica. Y nuestro país tiene la mayor incidencia mundial. Es la segunda causa de insuficiencia renal crónica terminal. Con el consiguiente requerimiento de diálisis o trasplante renal en edades pediátricas, pese a ser una enfermedad prevenible”.
Los alimentos contaminados con STEC incluyen carne poco cocida, leche no pasteurizada, vegetales y frutas sin lavar adecuadamente. “Los niños pequeños, especialmente los menores de 5 años, son los más vulnerables al SUH. Otros factores de riesgo incluyen vivir en áreas rurales, contacto con animales de granja y no seguir buenas prácticas de higiene”.
“El síndrome urémico hemolítico generalmente se desarrolla por etapas. Primero, al llegar la bacteria E. coli al intestino, produce diarrea intensa, en la mayoría de los casos con sangre, vómitos, dolor abdominal y decaimiento. A los pocos días, le sigue un cuadro de palidez, debilidad, sensación de fatiga, petequias (manchas rojas en la piel, como puntos). Así como hematomas y disminución de la diuresis (que puede manifestarse por edemas e hipertensión arterial). En casos más graves el SUH puede generar convulsiones, daño neurológico e incluso la muerte por lo que estar atentos a los primeros síntomas resulta importantísimo”.
“En los pacientes pediátricos, durante los episodios de diarreas, no se recomienda el uso de antibióticos sin indicación médica. Ya que pueden producir complicaciones y favorecer el desarrollo del SUH. Lo mismo ocurre con el bismuto, el carbón o similares, antiespasmódicos, loperamida, ni probióticos. Cabe resaltar que si bien no toda diarrea con sangre se produce por STEC (solo el 4%-10% de las mismas), éste síntoma es el que nos permite estar atentos a la evolución del paciente. De los pacientes infectados por STEC, un 10%-15% evolucionarán a SUH”.
“No tiene actualmente un tratamiento específico, por lo que él mismo se enfoca en mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos. Así como en el manejo de la anemia y la insuficiencia renal”. En casos severos, puede ser necesario el tratamiento de soporte, como transfusiones de sangre o diálisis. Para ayudar a los riñones a eliminar los productos de desecho del cuerpo. Es importante acudir de inmediato al médico ante cualquier sospecha de SUH, ya que el tratamiento temprano mejora las posibilidades de recuperación.
Actualmente la comunidad médica está muy entusiasmada en esperar los resultados del estudio en Fase III que se lleva a cabo en hospitales públicos y privados de Argentina. Es sobre un inmunógeno que se administra a equinos con el fin de inducir la producción de anticuerpos capaces de neutralizar la toxina Shiga. Luego, esos anticuerpos se purifican y constituyen la base del medicamento. Al administrarse a los pacientes, puede reconocer y bloquear distintas variantes de la toxina Shiga presentes en la sangre. Lo que permitiría detener el avance de la enfermedad y evitar formas clínicas más severas. Este ensayo clínico permitirá evaluar el impacto de la inmunoterapia, que podría ser una opción dirigida a la causa del SUH. Junto a los cuidados de sostén, con la posibilidad de reducir la mortalidad, la necesidad de diálisis y mejorar el resultado renal general.


 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
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