Residencias médicas

Residencias médicas: una actualización que empeora la situación de la salud

La actualización del reglamento del Sistema Nacional de Residencias Médicas que realizó el Gobierno cosechó críticas del sector de la salud en general. “Implica una deslaboralización que trae asociada una deliberada precarización del trabajo. Esta resolución atenta en primer lugar contra la formación de los profesionales de la salud. Y en consecuencia contra la salud en general a la que la gran mayoría de la población de nuestro país tiene hoy acceso”. Así lo afirmó Marcelo Melo, director del Hospital de Clínicas.

“La formación de los médicos es el factor fundamental para brindar una mejor asistencia en salud. La falta de incentivos, así como el persistente descuido a este sector, indefectiblemente va a traer en el mediano plazo una atención más precaria para los pacientes”

La lógica de Beca propuesta trae aparejada una remuneración sustancialmente menor que lo que hoy pagan los Hospitales Universitarios. Y lo que es más importante, la pérdida de beneficios sociales básicos como la cobertura jubilación o la obra social. Y una relación formativa sin vínculo laboral, a diferencia de la relación de dependencia bajo régimen público que se sostiene hoy. En este sentido, las Residencias Universitarias de la UBA, siendo una institución autárquica del Estado, se rigen de manera autónoma.

“Con el sistema propuesto por el Gobierno Nacional, un médico que curse una residencia va a tener su primer sueldo en blanco a los 35 años. Y a partir de allí serán sus aportes. Definitivamente la intención es desalentar la formación en los hospitales públicos”, aclaró Melo.

Por su parte, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresó su profunda preocupación ante la crisis sostenida y creciente que atraviesan las residencias pediátricas en todo el país. Los recientes acontecimientos afectan desde el Hospital Nacional de Pediatría Garrahan  hasta el Hospital SAMIC El Calafate. “Visibilizaron una situación crítica que no es nueva. Se trata de una problemática estructural, de larga data y múltiples causas, que afecta tanto a residencias nacionales como provinciales. Así como a numerosos hospitales del sistema público y privado”.

La SAP remarcó asimismo que “desde hace años hay una disminución sostenida de postulantes a las residencias de pediatría, neonatología y terapia intensiva pediátrica”. También alertó sobre “la creciente precarización de las condiciones laborales de los residentes. Salarios insuficientes, falta de cobertura social adecuada y condiciones edilicias inadecuadas”. Y además subrayó “la pérdida del valor formativo de la residencia, cada vez más desplazado por la necesidad de cubrir demandas asistenciales urgentes”.

“El resultado es preocupante: cada vez menos jóvenes eligen formarse como pediatras. Y quienes lo hacen enfrentan condiciones formativas y laborales que dificultan su desarrollo profesional.

En la misma línea, se manifestaron la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial.  “Las residencias médicas en nuestro país son un pilar fundamental del sistema de salud. Tanto en su rol asistencial como en la formación de especialistas altamente capacitados para ejercer la docencia y la investigación. En muchas instituciones de salud constituyen el único recurso humano disponible para cumplir dicho rol”.

“El deterioro progresivo de las condiciones de trabajo atentan contra la dignidad de quienes se forman y comprometen la calidad de atención que recibe la población. Esto incluye los bajos salarios, la sobrecarga horaria, la dificultad en la formación académica, la ausencia de planificación a largo plazo y financiamiento estable”.

“Las residencias constituyen un pilar estratégico e irreemplazable en espacios de formación intensiva y desarrollo profesional. Donde se construye buena parte de la capacidad de nuestro país para garantizar una atención médica ética, oportuna y de calidad. Su degradación no es un problema gremial ni sectorial, es una cuestión de salud pública, equidad y planificación estatal”.

“Es necesario priorizar la modalidad de relación contractual con la que los residentes ejercen su función formativa de manera de incluirlos en un proyecto de desarrollo profesional que jerarquice la construcción de una carrera sanitaria con continuidad y criterios federales dentro de nuestro sistema de salud y no un mecanismo de excepción sin compromiso alguno con su incorporación posterior al sistema sanitario”.

“Hacemos un llamado a las autoridades sanitarias nacionales a revisar de manera urgente el nuevo marco normativo. Convocando a las instancias de diálogo que correspondan para construir en forma participativa un acuerdo común que permita consolidar nuestro sistema sanitario”.

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