
Mounjaro y Zepbound: Eli Lilly demandó a cuatro empresas por falsificación
- Redacción
- 23 abril, 2025
- Negocios
- Eli Lilly, Fella & Delilah Health, Henry Meds, Mochi Health, Mounjaro, Portada, Willow Health, Zepbound
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El gigante farmacéutico Eli Lilly demandó a cuatro compañías por vender versiones sin marca de sus exitosos tratamientos Mounjaro y Zepbound. En medio de una creciente disputa por el lucrativo mercado de la obesidad y la diabetes.
Eli Lilly, uno de los nombres más poderosos de la industria farmacéutica, presentó una nueva serie de demandas. Que reavivan la disputa legal sobre la producción y comercialización de versiones sin marca de sus medicamentos estrella para la obesidad y la diabetes: Mounjaro y Zepbound. Las acciones legales apuntan esta vez a cuatro startups de telesalud: Mochi Health, Fella & Delilah Health, Willow Health y Henry Meds.
Como indicó la farmacéutica, estas compañías estarían vendiendo formulaciones no autorizadas de tirzepatida, el ingrediente activo de sus medicamentos. Muchas veces con aditivos como vitaminas y aminoácidos no validados clínicamente. Mounjaro y Zepbound generaron más de US$ 16.400 millones en ingresos en 2024, cifra que ilustra la importancia estratégica de estos tratamientos para Lilly y para toda la industria.
Las compañías demandadas no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. Sin embargo, Mochi Health defendió su modelo afirmando que sus compuestos con GLP-1 están “personalizados según la necesidad médica”. Y que su uso “sigue siendo legal y apropiado” cuando es prescripto por profesionales autorizados.
Esta no es la primera vez que Lilly actúa judicialmente contra productores de fórmulas magistrales. Ya demandó a farmacias, spas médicos y centros de bienestar por vender versiones compuestas de tirzepatida. Especialmente durante el período de escasez oficial declarado por la FDA.
Esa escasez concluyó en diciembre y febrero para tirzepatida y semaglutida, respectivamente. Y muchas farmacias y proveedores de telesalud comenzaron a ofrecer alternativas más económicas, en algunos casos por menos de US$ 100. Lo que aceleró su popularidad en el mercado estadounidense. Como señalan datos de una asociación del sector, al menos dos millones de personas en EEUU estaban tomando estas versiones compuestas a finales de 2024.
Sin embargo, Lilly argumenta que el supuesto carácter “personalizado” de estas formulaciones es una fachada. En la demanda contra Mochi, por ejemplo, se acusa a la empresa de modificar masivamente las dosis sin justificación clínica. Motivadas únicamente por decisiones corporativas.
También se señala a Fella & Delilah Health por sustituir todos sus productos por versiones con aminoácidos no probados. Y asimismo a Willow Health por comercializar formulaciones orales que, según Lilly, se presentan falsamente como preparaciones a medida.
Desde el lado regulatorio, la FDA otorgó un plazo de gracia para que las farmacias redujeran la producción tras el fin de la escasez. Sin embargo, algunas empresas continuaron vendiendo versiones compuestas, incluso con aditivos, aprovechando vacíos legales o diferencias en las normativas estatales.
Expertos del sector farmacéutico advierten que la práctica de agregar ingredientes no aprobados a medicamentos compuestos es reciente y preocupante. “No era algo muy común hasta la llegada de los GLP-1”. Así lo afirmó Nicole Snow, farmacéutica de Olympia Pharmaceuticals. Por su parte, Annie Lambert, de Wolters Kluwer, sostuvo que cualquier modificación en la fórmula debe respaldarse por evidencia científica sólida. Especialmente en un contexto donde hay miles de pacientes involucrados.
Mientras tanto, un grupo comercial de compuestos contraatacó judicialmente. Presentando demandas contra la FDA por considerar que declaró prematuramente el fin de la escasez. Esto sugiere que la disputa legal está lejos de terminar. Especialmente considerando el alto valor económico y sanitario que representan estos medicamentos.
“Esto no es solo una cuestión de salud pública, sino de grandes intereses económicos”, concluye Lambert. “Y cuando hay tanto dinero en juego, el conflicto es inevitable”.
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