Merck celebra 95 años

Merck celebra 95 años de presencia en Argentina

Merck celebra un hito muy especial: 95 años de trayectoria en la Argentina, donde consolidó su presencia en el sector farmacéutico, químico, científico y tecnológico. Contribuyendo así activamente al desarrollo del país.

Con operaciones en tres negocios estratégicos, ciencias de la vida, salud y electrónica, la compañía combina innovación y conocimiento multisectorial. Para responder a desafíos globales y mejorar la vida de millones de personas. Desde proveer insumos para la investigación científica y la producción biotecnológica. Hasta desarrollar terapias para enfermedades graves o materiales de alta tecnología para la industria electrónica.

La historia de Merck se remonta a 1668, en Darmstadt, Alemania, donde Friedrich Jacob Merck, sentó las bases de lo que luego se transformaría en Merck. La compañía farmacéutica y química más antigua del mundo.

Con más de 350 años de trayectoria, Merck no solo sobrevivió al paso del tiempo, sino que se reinventó una y otra vez. Hasta consolidarse como la empresa de ciencia y tecnología más vibrante del planeta. Su motor: la curiosidad. Ese impulso guió desde sus orígenes la búsqueda de respuestas a los grandes interrogantes de la humanidad. Y hoy continúa marcando el camino hacia el futuro. Su filosofía se centra en explorar, innovar y crecer de manera sostenible, convencida de que el conocimiento y la ciencia son claves para mejorar la vida de las personas.

Con un equipo global de cerca de 62.000 trabajadores en 65 países, la compañía ofrece productos de alta calidad. Y desarrolla tecnologías que transforman industrias y sociedades enteras. Merck permaneció bajo control mayoritario de la misma familia durante 13 generaciones. Sostiene una fuerte tradición de responsabilidad hacia sus trabajadores, la sociedad y el medioambiente. En Argentina, donde Merck celebra 95 años de presencia, esta visión se tradujo en casi un siglo de crecimiento sostenido. Le permitió asumir un rol de liderazgo en el sector farmacéutico y químico, un lugar que mantiene hasta hoy.

“Más allá de nuestras raíces internacionales, llevamos 95 años siendo parte de la Argentina, empleando talento local, desarrollando soluciones innovadoras. Y apoyando la ciencia nacional. Estamos orgullosos de haber acompañado el crecimiento del país con compromiso y visión de futuro”. Así lo destacó Marcelo Ponte, director general de Merck Argentina.

La historia de Merck en Argentina comenzó mucho antes de su constitución oficial. A fines del siglo XIX, representantes locales acercaban al país las sustancias químicas y los productos farmacéuticos que Merck desarrollaba en Alemania. Pero fue en 1930 cuando la compañía dio un paso decisivo al fundar Merck Química Argentina. Asi dio inicio a un recorrido que este año celebra 95 años de presencia ininterrumpida de Merck en el país.

Desde entonces, la empresa atravesó distintas etapas, algunas complejas, pero siempre con la mirada puesta en crecer. Durante la Segunda Guerra Mundial, la filial argentina pasó a estar administrada por el Estado, hasta que en 1958 la familia fundadora la recompró en una subasta pública. Ese hecho marcó el renacer de un proyecto que, con el tiempo, se consolidó como referente del sector farmacéutico y químico nacional.

“La historia de Merck y la de Alemania es básicamente la misma. Tenemos registros de que ya en 1867, o sea mucho antes de que comenzáramos a funcionar como empresa en el país, ya había productos Merck comercializándose en Argentina de la mano de inmigrantes alemanes. Merck a nivel global es la empresa más antigua de ciencia y tecnología, nosotros decimos que es una startup de 357 años porque está continuamente aportando a la innovación”.

El crecimiento vino acompañado de grandes hitos. En 1980, la compañía adquirió el predio en Ezeiza donde aún hoy funciona el centro logístico de Ciencias de la Vida. Años más tarde, en 2005, mudó sus oficinas centrales a la sede actual en el barrio de Saavedra, en Buenos Aires. En paralelo, las adquisiciones globales reforzaron su presencia en Argentina. En 2006, la compra de la biotecnológica suiza Serono potenció la división Salud. Y en 2010, Millipore se incorporó al negocio de Ciencias de la Vida. En 2011, la compañía dio un giro estratégico en la Argentina para su negocio farmacéutico, enfocándose en productos biotecnológicos y tratamientos especiales. En 2015, la adquisición de Sigma Aldrich fortaleció el negocio de Ciencias de la Vida.

La mirada hacia el futuro se consolidó en los últimos años. Desde 2020, Merck emprendió una serie de inversiones en Argentina. Amplió el centro logístico de Carlos Spegazzini, e instaló allí paneles solares que permiten reducir un 50% el consumo eléctrico. Y evitar así la emisión de unas 350 toneladas de CO₂ por año, 9.000 toneladas a lo largo de los 25 años de vida útil del proyecto, por ejemplo.

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