Medicamentos: el acuerdo de Pfizer con Trump redefine el debate sobre los precios globales

El pacto que exime a Pfizer de aranceles por tres años y limita los descuentos al programa Medicaid generó alivio en los mercados. Los inversores ven en el entendimiento con la Casa Blanca un modelo de negociación que podría beneficiar al sector farmacéutico frente a posibles recortes de precios. ¿Y en Argentina? ¿Las provincias?

El reciente acuerdo entre Pfizer y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha marcado un giro inesperado en la tensión entre la industria farmacéutica y el gobierno estadounidense por los altos precios de los medicamentos. El pacto, anunciado la semana pasada, fue interpretado como una señal de estabilidad para el sector, que temía fuertes sanciones y aranceles sobre las importaciones de fármacos.

De acuerdo con el analista Tim Opler, especialista en salud del banco de inversión Stifel, “las 30 principales compañías de ciencias de la vida sumaron U$S 440.000 millones en valor de mercado” tras conocerse el acuerdo, ya que “se hizo evidente que las políticas de precios y aranceles de Trump no afectarían a la industria farmacéutica tan gravemente como se temía”.

Qué incluye el acuerdo

Pfizer, dirigida por Albert Bourla, accedió a ofrecer algunos medicamentos a precios más bajos ya comercializar tratamientos directamente a los pacientes, con el objetivo de evitar la aplicación de aranceles que podrían haber alcanzado el 100% sobre los medicamentos de marca. A cambio, el gobierno estadounidense garantizó una exención de tres años en esos aranceles y limitó la aplicación de controles de precios al programa Medicaid , que cubre a personas de bajos ingresos.

La política de “nación más favorecida” (MFN) establecida en el acuerdo implica que los precios de los medicamentos para Medicaid serán equivalentes a los más bajos disponibles en países comparables. Sin embargo, los analistas de Wall Street estiman que estas rebajas solo afectan alrededor del 5% de los ingresos de Pfizer en EE.UU., lo que hace que el impacto financiero sea limitado. En algunos casos, los precios de Pfizer en Medicaid ya eran inferiores a los de otros países.

“Pfizer no está haciendo una gran concesión”, destacó Opler. “A cambio, se quita de encima el peso de los aranceles”.

Un alivio inmediato para los inversores.

El acuerdo fue recibido positivamente en los mercados, impulsando las acciones de Pfizer y del resto del sector, que había sufrido meses de volatilidad ante la incertidumbre política. Durante 2024 y la primera mitad de 2025, las amenazas de Trump a la industria —incluidas tarifas de hasta el 200% y exigencias a 17 farmacéuticas para bajar precios antes del 29 de septiembre— habían generado cautela entre los inversores.

El presidente afirmó en julio que las empresas que realizaban inversiones en fabricación local estarían exentas de los aranceles. Como respuesta, varias farmacéuticas anunciaron sus compromisos: Pfizer prometió U$S 70.000 millones en I+D y fabricación en EE.UU., mientras Roche y AstraZeneca hicieron compromisos de U$S 50.000 millones cada una, y Eli Lilly dio a conocer inversiones por U$S 27.000 millones.

Repercusiones internacionales y ajuste de precios.

El acuerdo con Pfizer también puede tener efectos globales. Ante la presión política de la Casa Blanca y las comparaciones de precios entre regiones, varias farmacéuticas comenzaron a elevar los precios en Europa. Eli Lilly incrementó el valor de su fármaco para pérdida de peso Mounjaro en el Reino Unido hasta un 170%, mientras que Bristol Myers Squibb decidió vender su nuevo antipsicótico Cobenfy al mismo precio tanto en EE.UU. UU. como en el Reino Unido.

En paralelo, el gobierno británico propuso aumentar hasta un 25% los pagos del sistema de salud pública (NHS) para compensar los costos de los nuevos medicamentos, una medida que apunta a reducir la brecha con los precios estadounidenses.

El impacto en otras farmacéuticas

Aunque Pfizer ha salido relativamente ilesa, no todas las compañías se enfrentan al mismo panorama. Algunas, como Gilead Sciences , dependen fuertemente de Medicaid: alrededor del 70% de sus ingresos provienen de tratamientos para el VIH, y el 40% de los adultos con VIH en EE.UU. están cubiertos por ese programa, según datos de la organización sin fines de lucro KFF.

Hasta ahora, las acciones de Gilead han subido un 26% en lo que va del año , pero los analistas advierten que el futuro de la empresa —y del resto del sector— dependerá de las próximas decisiones de la Casa Blanca.

El experto Christian Koch, de Bellevue Asset Management , sostuvo que este nuevo escenario sugiere una tendencia: “Las farmacéuticas globales podrían aumentar sus precios fuera de Estados Unidos para equilibrar sus márgenes. La expansión de márgenes en Europa, Japón y otros países de la OCDE se está convirtiendo en nuestro caso base”, afirmó.

Un nuevo marco para la fijación de precios.

Para los observadores del sector, el acuerdo entre Trump y Pfizer no solo desactiva temporalmente la amenaza de aranceles, sino que redefine el modelo de negociación entre gobiernos y farmacéuticas a escala global.

Con los precios de los medicamentos convirtiéndose en un asunto político central, este pacto podría convertirse en un precedente de cómo equilibrar los intereses públicos con la sostenibilidad de la innovación farmacéutica. En palabras del propio Koch, “el acuerdo de Pfizer simboliza la exportación del modelo de precios libres de Estados Unidos al mundo desarrollado”.

Para los analistas del sector salud y los lectores de Cure Compass, el mensaje es claro: el futuro de los precios de los medicamentos no solo se jugará en los laboratorios, sino también en las oficinas de los ministerios de economía, salud y, aunque a alguno no le guste, en los presidenciales también.

Fuente: FT

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