Tuberculosis

Los avances en tecnología pueden mejorar el tratamiento de la tuberculosis

Mientras los casos de tuberculosis siguen aumentando en el  continente, los avances en tecnología prometen mejoras en el diagnóstico temprano y el tratamiento.

En la Región de las Américas, los casos de tuberculosis (TB) aumentaron un 20% en la última década.

Y las muertes también mostraron una tendencia al alza.

Por su parte, el director de la OPS, Jarbas Barbosa, instó a los países de la región que aprovechen el poder de los nuevos avances en tecnología e innovación para ayudar a revertir esta tendencia.

La tuberculosis es una de las enfermedades infecciosas más mortales en el continente.

Cada día se diagnostican 900 casos y 100 personas pierden la vida.

En los últimos años se lograron avances en la lucha contra esta enfermedad.

Pero la pandemia de Covid-19, que exacerbó las desigualdades socioeconómicas, provocó un retroceso en la región.

En la región, la TB afecta especialmente a poblaciones vulnerables, como los pueblos indígenas.

También a personas con enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos debilitados.

Así como los migrantes, las personas en situación de calle y las personas privadas de libertad.

Esto constituye un problema cada vez más grave en la región.

Si bien existen variaciones significativas entre países, en algunos el porcentaje de casos de TB a personas privadas de libertad alcanza hasta el 57 %.

Esto se debe principalmente al rápido crecimiento de la población carcelaria en toda la región y a las condiciones de hacinamiento cada vez mayores.

“Las consecuencias de la tuberculosis en las personas privadas de libertad van mucho más allá del entorno penitenciario”.

Así lo señaló Sylvain Aldighieri, director del Departamento de Prevención, Control y Eliminación de Enfermedades Transmisibles de la OPS.

“Estudios recientes muestran que, en América Latina, aproximadamente un tercio de todos los casos de TB se relacionan con el encarcelamiento”.

“Por lo tanto, abordar la TB en las prisiones es fundamental para proteger la salud de las personas privadas de libertad y acelerar el progreso hacia su eliminación en la población general”.

Por su parte, Barbosa sostuvo que “aunque la situación es grave, hay razones para ser optimistas”.

“Disponemos de avances en tecnología e innovaciones que pueden ayudarnos a revertir esta tendencia”.

Esto incluye el uso de radiografía asistida por inteligencia artificial para la detección activa de casos en las comunidades.

Esto permitió a los países ampliar el diagnóstico temprano, especialmente en zonas de difícil acceso y entre las poblaciones vulnerables.

En Perú, la implementación de esta tecnología en las prisiones permitió triplicar con creces la detección de casos.

Esto es crucial, ya que el diagnóstico en las primeras etapas de la enfermedad reduce significativamente el riesgo de transmisión comunitaria.

La OPS también recomienda el uso de pruebas moleculares rápidas.

Estas permiten a los trabajadores de la salud detectar la enfermedad de manera ágil en el nivel de atención primaria.

Así como tratamientos orales más cortos, que pueden complementarse con consultas de telemedicina y apoyo comunitario.

Esto ayuda a minimizar la carga económica de las personas con TB y sus familias.

Además de superar las barreras de acceso y mejorar la adherencia al tratamiento.

“Seguiremos trabajando junto con los gobiernos, la sociedad civil y socios estratégicos para intensificar el liderazgo, la inversión, la innovación y la colaboración multisectorial, poniendo a las personas en el centro de nuestros esfuerzos”, afirmó Barbosa.

La tuberculosis es una de las 30 enfermedades transmisibles y condiciones relacionadas que forman parte de la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades de la OPS.

Leave A Comment

WP to LinkedIn Auto Publish Powered By : XYZScripts.com