
Las personas con epilepsia tienen problemas para acceder a la medicación
- Redacción
- 10 junio, 2025
- Salud
- cobertura, epilepsia, Hospital Italiano, Medicamentos, obras sociales, Portada
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En Argentina cerca de 300.000 personas viven con epilepsia, el trastorno neurológico más frecuente a nivel mundial. Aunque sus derechos están garantizados por una ley nacional, suelen encontrarse con obstáculos para la cobertura de los tratamientos.
Las leyes que brindan derechos a los pacientes son un paraguas legal imprescindible, pero muchas veces lo que está escrito no se refleja en la realidad. En la Argentina, las personas con epilepsia suelen acumular una desgastante cadena de gestiones hasta poder conseguir lo que debería estar garantizado de un modo simple. Principalmente, por las dificultades que se les presentan a la hora de acceder a la medicación que les indica el médico. En un camino atravesado por obstáculos burocráticos, demoras e intentos de las obras sociales de cambiar la droga recetada por otra que no siempre tiene el mismo resultado.
En la actualidad se estima que 300 mil argentinos tienen epilepsia. Sus derechos están amparados por diferentes estamentos legales, desde la Constitución Nacional hasta normas provinciales. A nivel nacional la Ley 25.404, conocida como Ley de Epilepsia, es un eje principal. Sancionada en 2001, garantiza el acceso a los tratamientos médicos, el derecho a recibir asistencia integral y oportuna con cobertura obligatoria de las obras sociales. Así como la provisión gratuita de medicamentos. Además, establece que los pacientes pueden solicitar un certificado de aptitud laboral que detalle las tareas que pueden realizar de forma segura.
Casi un cuarto de siglo después, la aplicación de esta norma que representó un gran avance para las familias aún tiene grandes baches que condicionan el día a día. “La epilepsia sigue siendo un tema tabú. La falta de información en los medios y redes sociales, hace que la mayoría de la gente desconozca la enfermedad, le tema. Y por ende trate de no entrar en contacto con alguien que la padezca. Lamentablemente los derechos de los pacientes están lejos de cumplirse. Y el acceso al mercado laboral no es facilitado a quien tiene la enfermedad, aunque esté legislado”. Así lo sostuvo Claudio Becker, papá de A.B., un joven de 29 años que tiene epilepsia refractaria. Y que lo diagnosticaron cuando tenía 12 tras sufrir una crisis convulsiva.
En el caso de su hijo, tal como le sucede al 30% de los pacientes, el tratamiento requiere de una combinación de más de una droga. Hoy toma lamotrigina 100mg y cannabidiol (CBD, la forma farmacéutica del cannabis medicinal) en gotas. Claudio debió renegar más de una vez para acceder a las drogas que les recetaron. “Uno de los mayores retrocesos en materia de derechos es la dificultad que ponen las obras sociales para cumplir con la medicación que precisa el paciente. Modificando unilateralmente la marca de medicamento sugerido por el médico, por el solo hecho de que el costo es menor”.
A nivel global, la epilepsia es uno de los trastornos neurológicos más frecuentes. Esta condición crónica y no contagiosa se define por la manifestación de convulsiones reiteradas. Las cuales consisten en episodios breves de movimientos involuntarios. Pueden ser focales, cuando afectan solo una parte del cuerpo, o generalizadas. En los casos más severos, pueden ocurrir con pérdida de la conciencia. Si bien la tasa de mortalidad es muy baja, existe especialmente cuando las crisis no son controladas.
“El tratamiento se basa en distintas medicaciones. En la mayoría de los casos es posible controlar las crisis con una sola droga, en ocasiones se requieren dos y en un 30% se precisan más de dos. Lo cual entra dentro de la definición de Epilepsia Refractaria”. Así lo explicó Guillermo Agosta, jefe honorario del Servicio de Neurología Infantil del Hospital Italiano de Buenos Aires. “Las medicaciones anticonvulsivantes, si bien son cubiertas por el sistema de salud, no siempre lo están en el 100%. Sólo los pacientes que tiene certificado de discapacidad tienen cobertura completa. Las personas con epilepsia de menos recursos no suelen completar los trámites y son las más perjudicadas con la falta de medicación”.
En aquellos casos que no responden a los tratamientos tradicionales, se utilizan distintos tipos de drogas menos habituales, y también existen tratamientos no farmacológicos. Por ejemplo el estimulador vagal, la dieta cetogénica, la cirugía de Epilepsia y otras más recientes como estimuladores cerebrales profundos (DBS).
En el caso del cannabidiol, explica que “es una medicación adecuada para complementar otras medicaciones en el tratamiento de las epilepsias. Hoy en día se le considera una droga de uso frecuente especialmente en epilepsias de difícil control. El cannabis farmacéutico disponible en la Argentina tiene una alta efectividad y especialmente muy pocos efectos colaterales. Cuando se decide el uso del cannabidiol este debe ser de primera calidad y no se debe recurrir a preparaciones de dudosa procedencia o caseras”.
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