
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en las mujeres
- Redacción
- 1 abril, 2025
- Salud
- enfermedad cardiovascular, Federación Argentina de Cardiología, Portada, Sociedad Argentina de Cardiología, Sociedad Argentina de Lípidos
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Una de cada tres mujeres muere cada año a causa de una enfermedad cardiovascular, lo que representa un fallecimiento cada 11 minutos.
“La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en las mujeres en Argentina y a nivel mundial”.
“La misma engloba a la enfermedad coronaria, el accidente cerebrovascular y la enfermedad vascular periférica, en donde la ateroesclerosis juega un rol central”.
Así lo indicó Lucia Kazelian, directora del área Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología.
A pesar de esta realidad, solo aproximadamente el 35% reconoce que la enfermedad cardiovascular es su mayor amenaza para la salud.
Diferentes etapas de la vida de la mujer, como el embarazo y la menopausia, representan momentos de mayor vulnerabilidad para la salud cardiovascular.
Condiciones como la diabetes gestacional, la hipertensión en el embarazo y la menopausia precoz están fuertemente asociadas con un incremento del riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular a futuro.
Asimismo, factores como la depresión y ciertas enfermedades autoinmunes, más prevalentes en mujeres, también juegan un rol determinante.
Se estima que el 45% de las mujeres mayores de 20 años padece algún tipo de enfermedad cardiovascular.
El Área de Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología realizó una encuesta en la que participaron 3,338 mujeres.
En la misma se evidenció que el 20,7% presentaba antecedentes de enfermedad coronaria o accidente cerebrovascular.
Mientras que una de cada tres presentaba sobrepeso y una de cada cuatro, hipertensión arterial.
Además y una de cada cinco, colesterol mayor a 200 mg/dl y casi la mitad refirió un hábito sedentario.
Uno de los factores de riesgo clave en la salud cardiovascular femenina es el nivel de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”.
En los últimos años, la prevalencia de dislipidemia en mujeres aumentó considerablemente.
Como indican datos de la encuesta NHANES en Estados Unidos entre 2015 y 2018, el 40,4% de las mujeres tenían colesterol total superior a 200 mg/dL.
Mientras que el 12,1% registraba un nivel superior a 240 mg/dL.
“Al igual que en el hombre los niveles de colesterol LDL ideales dependen del riesgo cardiovascular de cada persona”.
“Cuanto mayor es el riesgo cardiovascular menor es el nivel de colesterol LDL que deben alcanzar”.
“Planteando como objetivo valores menores a 55 mg/dL en pacientes de muy alto riesgo cardiovascular”.
Así lo sostuvo Augusto Lavalle Cobo, de la Sociedad Argentina de Lípidos (SAL).
Distintos estudios demostraron que las mujeres tienen niveles de lípidos más bajos que los hombres hasta los 50 años.
Pero luego del inicio de la menopausia, los valores de colesterol total y LDL aumentan significativamente.
Y lo hacen incrementando el riesgo cardiovascular.
Este aumento se relaciona con la pérdida de estrógenos.
Esto genera cambios metabólicos como mayor depósito de grasa abdominal, aumento de triglicéridos, LDL-C y aumento de lipoproteína (a).
A pesar de la magnitud de esta problemática, la realidad muestra que las mujeres suelen participar menos en los estudios clínicos.
También menos en tratamientos y en recomendaciones médicas en comparación con los hombres.
Incluso, muchas veces los síntomas de las enfermedades cardiovasculares en mujeres son subestimados o mal diagnosticados.
Ya que la mayoría de los estudios clínicos se basan en poblaciones masculinas.
Esta brecha en la investigación y la atención sanitaria genera que muchas mujeres no reciban el tratamiento adecuado a tiempo.
“Hasta hace unos años, las mujeres no tenían conciencia del impacto de la enfermedad cardiovascular”.
“Fundamentalmente, por el desconocimiento y por la creencia de que la ECV era propia del hombre”.
“Los grandes estudios clínicos incluían un mínimo número de mujeres basados en este concepto”. Así lo señalaron Rosa Ruffa, y Silvia Lopresti del área de salud cardiovascular de la mujer en la Federación Argentina de Cardiología (FAC).
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