Inversión histórica de BMS

Inversión histórica de BMS en EEUU por US$ 40.000 millones

El director ejecutivo de Bristol Myers Squibb (BMS), Chris Boerner, anunció una histórica inversión de US$ 40.000 millones en EEUU. Mientras que lanzó una dura crítica contra las políticas comerciales y sanitarias de la administración Trump. En un momento de alta tensión para la industria farmacéutica estadounidense,

Boerner se unió así a una creciente lista de líderes del sector biofarmacéutico que hicieron promesas de inversión ante posibles cambios regulatorios. Sin embargo, denunció lo que considera decisiones gubernamentales perjudiciales tanto para la industria como para la salud pública en el país.

“Nos motiva el hecho de que nuestros medicamentos pueden cambiar la vida de los pacientes”, afirmó Boerner. “Pero esa creencia se basa en políticas gubernamentales que fomentan inversiones de alto riesgo y facilitan el acceso. En este momento, nos preocupa considerablemente que algunas posibles políticas que están surgiendo en Washington puedan amenazar la salud de los estadounidenses y la economía estadounidense”.

BMS prevé destinar los US$ 40.000 millones de esta inversión histórica a actividades de investigación y desarrollo, tecnología y fabricación dentro de los próximos cinco años. Este impulso financiero busca fortalecer la producción de radiofármacos oncológicos. Así como expandir las capacidades de BMS en inteligencia artificial y aprendizaje automático.

Sin embargo, Boerner dejó claro que la inversión “no debe interpretarse como un apoyo a los posibles aranceles farmacéuticos” propuestos por el presidente Donald Trump. Las medidas arancelarias forman parte de una política comercial más amplia orientada a revitalizar la manufactura nacional, pero provocaron inquietud en el sector.

En el “Día de la Liberación” Trump excluyó temporalmente los productos farmacéuticos de las sanciones anunciadas. Sin embargo, una investigación en curso de la Sección 232 sugiere que la imposición de tarifas específicas sigue siendo una posibilidad concreta. Analistas del sector advirtieron que los aranceles podrían alcanzar hasta un 25%, lo que afectaría directamente a los costos y al acceso de los pacientes.

Boerner describió el escenario actual como un “dilema existencial para la industria biofarmacéutica estadounidense”. Que representa un “pilar fundamental de la economía” de ese país. Citando datos de PhRMA, subrayó que solo las farmacéuticas en fases clínica y comercial generan unos US$ 117.000 millones anuales en I+D. mientras que emplean a más de 300.000 trabajadores manufactureros.

Pero alertó que  “la preeminencia de Estados Unidos en este campo no es casualidad ni está garantizada”. Según Boerner, el liderazgo actual es el resultado de “políticas intencionadas y estables que conectan al gobierno estadounidense, la academia y el sector privado”.

Frente a este panorama, advirtió sobre la creciente competencia internacional, en especial de China. En 2010, EEUU representaba el 50% de las patentes globales de ciencias de la vida, pero en 2022, esa cifra cayó al 37%. En contraste, China duplicó su participación, pasando del 17% al 42% en ese mismo periodo. “Es evidente que Estados Unidos no tiene el monopolio de la innovación ni del talento”, sentenció Boerner.

Las preocupaciones de BMS no se limitan a los aranceles. Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero, su gobierno impulsó iniciativas para reducir drásticamente el personal y el presupuesto de agencias clave como la FDA y los Institutos Nacionales de Salud. Estas decisiones generaron alarma entre expertos y líderes de la industria. Estos prevén efectos negativos sobre el desarrollo de medicamentos, el suministro y el acceso de los pacientes.

“Las políticas que socavan la certeza regulatoria, eliminan la financiación de la investigación médica básica o debilitan la propiedad intelectual dificultan cada vez más, si no imposibilitan  el descubrimiento de los próximos avances”.

Asimismo, hizo un llamado a la comunidad internacional a asumir más responsabilidad. “Si se nivelan las condiciones para la inversión en medicamentos innovadores entre EEUU y otras naciones, BMS con gusto reinvertirá esos ingresos adicionales en EEUU”. Y concluyó: “Ahora no es el momento de dar marcha atrás. Con las políticas adecuadas, podemos fortalecer nuestro liderazgo, garantizar que los estadounidenses tengan acceso asequible a los medicamentos más avanzados. E impulsar los avances científicos para los pacientes de todo el mundo”.

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