Integración farmacéutica del Mercosur

Integración farmacéutica del Mercosur para reducir la dependencia externa

El Mercosur dio un paso significativo hacia la conformación de una plataforma regional de producción farmacéutica con la presentación del Proyecto de Integración Farmacéutica Regional. Una iniciativa que elaboró el Grupo FarmaBrasil junto con la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa). También con Cifarma de Paraguay y la Asociación de Laboratorios Nacionales (ALN) de Uruguay. Todo bajo la coordinación institucional de Asociación Latinoamericana de Industrias Farmacéuticas (Alifar).

La propuesta busca fortalecer la autonomía sanitaria del bloque, reducir el creciente déficit comercial del sector. Y posicionar a la región como un actor relevante en la elaboración de biosimilares, vacunas e ingredientes farmacéuticos activos.

La integración farmacéutica surge como respuesta a un diagnóstico compartido por los países miembros. Expone una elevada dependencia de importaciones de IFAs y medicamentos complejos. Así como capacidades productivas dispersas y una inserción exportadora todavía limitada frente al dominio global que ejercen India y China en la provisión de insumos críticos.

El mercado farmacéutico latinoamericano, estimado en US$ 93.100 millones en 2024, continúa liderado por Brasil. Pero el bloque mantiene una participación marginal en innovación y desarrollo tecnológico avanzado. El documento base del proyecto revela que el Mercosur enfrenta un déficit comercial creciente en productos farmacéuticos. Y que la región depende en gran medida de insumos importados para sostener la producción local.

Si bien existen capacidades científicas y regulatorias consolidadas en países como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, estas se encuentran fragmentadas. Y sin un marco de articulación que permita aprovecharlas en conjunto.

Las autoridades que impulsan la iniciativa señalan que la baja inserción exportadora se explica en parte por la falta de un entramado productivo regional integrado. Lo que limita la competitividad frente a los grandes productores globales. Asimismo, destacan que el vencimiento de patentes de biológicos de primera generación y el crecimiento sostenido de la demanda de biosimilares abren una ventana de oportunidad. Para que el Mercosur se posicione como un polo de fabricación de alta complejidad.

El proyecto de Integración farmacéutica propone articular las capacidades nacionales mediante una estrategia de especialización inteligente. Argentina aportaría su liderazgo en biosimilares y ensayos clínicos, mientras que Brasil, su escala industrial y su infraestructura científico-tecnológica. Por su parte, Paraguay, el dinamismo de su industria local y sus costos competitivos, y Uruguay, su fortaleza regulatoria y su inserción en redes internacionales.

El objetivo general es construir un sistema integrado y sostenible para producir IFAs, vacunas y biosimilares. Con metas específicas que incluyen expandir la producción regional, crear un programa de compras públicas del Mercosur. Además de instalar una red de ensayos clínicos multicéntricos y movilizar financiamiento conjunto por medio de instituciones como el Bndes, el Focem, Fonplata y el BID.

La propuesta contempla cinco líneas de acción para consolidar una política industrial regional en salud. Entre ellas se destacan la creación de un consorcio regional de laboratorios y la definición de una cartera común de medicamentos estratégicos. Además, incentivos fiscales, formación de recursos humanos especializados y la vinculación con iniciativas globales como el G20.

Por su parte, el director de la OPS, Jarbas Barbosa, envió un mensaje contundente en apoyo a la iniciativa. Subrayó que la autonomía sanitaria de América Latina es un asunto estratégico de primer orden. Y que la pandemia demostró la necesidad urgente de producir más y comprar más dentro de la región.

Barbosa recordó que el Fondo Rotatorio de la OPS es una herramienta única a nivel global. Y que en apenas dos años la producción regional pasó de cubrir el 1,5% al 23% del volumen total adquirido por este mecanismo. Las proyecciones indican que hasta un 40% del volumen y 65% del valor de las vacunas podrían provenir de la producción regional si se consolida una estrategia articulada.

El funcionario enfatizó que la producción de biológicos, biosimilares y principios activos es indispensable para reducir la dependencia externa. Y que este proyecto no debe entenderse solamente como una iniciativa sanitaria, sino como una agenda industrial, tecnológica y de empleo.

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