
El cáncer renal produce más de 2.000 fallecimientos cada año en Argentina
- Redacción
- 8 julio, 2025
- Salud
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El cáncer de renal representa el quinto tumor más frecuente entre todos los tipos de cáncer y es responsable de más de 2.000 muertes por año en el país. A pesar de estas cifras preocupantes, muchas veces existe desconocimiento sobre esta enfermedad. Lo que lleva a que los síntomas se minimicen o se atribuyan a dolencias menos severas, demorando el diagnóstico, destacó un análisis de Merck.
Por su parte, especialistas en oncología y referentes de la asociación de pacientes Vicare Gu (Vivir con Cáncer Renal y Genitourinario) lanzaron un fuerte llamado de atención. Sobre la escasa visibilidad social de esta enfermedad, que afecta a miles de personas cada año en Argentina. Pero que sin embargo permanece fuera del radar de la mayoría de la población.
“A nivel mundial, se estima que las cifras de diagnósticos de cáncer renal aumentan cada año. Especialmente en países con estilos de vida occidentales, donde factores como la obesidad, la hipertensión y el tabaquismo están presentes de manera creciente en la población”. Así lo afirmó Matías Chacón, jefe del Servicio de Oncología del Instituto Fleming y expresidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).
Los principales factores de riesgo del cáncer de riñón y de pelvis renal incluyen tener sobrepeso u obesidad, fumar, tener presión arterial alta. También tomar ciertos medicamentos para el dolor por mucho tiempo, presentar determinadas afecciones genéticas, hepatitis C, tener piedras en los riñones. Así como riñones poliquísticos y recibir diálisis, entre otros.
Para Fiorella Gagliardi, presidenta de la asociación de pacientes Vicare Gu, existe también una necesidad urgente de capacitar a los equipos de atención primaria. Para que puedan reconocer signos de alarma y derivar oportunamente. “Muchas veces, los primeros contactos con el sistema de salud son con clínicos o médicos generalistas. Quienes deben estar atentos a la posibilidad de diagnosticar una enfermedad renal cuando los síntomas persisten o no se explican por otras causas más comunes”.
Los especialistas distinguen algunos síntomas que ameritan la consulta con el médico y que podrían estar indicando la presencia de un cáncer de riñón. Como sangre en la orina, un bulto o hinchazón en el área del riñón o abdomen, dolor en la parte baja de la espalda o en el costado. También sentir cansancio frecuentemente, fiebre que vuelve a aparecer, no tener ganas de comer, bajar de peso sin causa aparente. Como así tener una obstrucción en los intestinos y una sensación general de malestar.
Un aspecto que también suele pasarse por alto es el impacto emocional y social del diagnóstico. El cáncer renal compromete la función de un órgano vital, pero suele aparecer en personas en edad productiva. Lo cual genera un impacto laboral, familiar y económico considerable. Los pacientes necesitan tratamiento médico, pero también apoyo psicológico, rehabilitación y contención social.
Pero los especialistas también se encargan de aclarar que el cáncer renal puede ser prevenido en una proporción significativa de los casos. “Controlar la presión arterial, evitar el sobrepeso, no fumar y realizar controles médicos periódicos son medidas simples, pero efectivas. La educación en hábitos saludables debe comenzar desde edades tempranas. Con programas escolares que promuevan la alimentación sana y el ejercicio físico. Por supuesto, también los controles médicos periódicos”.
Los avances científicos en oncología renal resultaron particularmente notables en los últimos años. El conocimiento de las vías moleculares implicadas en la proliferación y diseminación de las células tumorales permitió el desarrollo de tratamientos específicos que atacan esas alteraciones. Las terapias dirigidas contra la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tumor desde 2005 y la inmunoterapia desde 2015 revolucionaron el abordaje de la enfermedad avanzada.
“Estos tratamientos, sin embargo, presentan desafíos adicionales. Requieren seguimiento estrecho, manejo de efectos adversos y coordinación entre diferentes niveles del sistema de salud. El paciente oncológico renal debe ser acompañado por un equipo multidisciplinario que incluya oncólogos clínicos, urólogos, nefrólogos, nutricionistas, psicólogos y trabajadores sociales. Este enfoque integral debe ser estándar de cuidado de todos los pacientes con esta patología”, sostuvo Chacón.
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