
El cáncer de pulmón podría aumentar casi un 80% en Argentina para 2050
- Redacción
- 12 diciembre, 2025
- Salud
- Cáncer de Pulmón, IARC, MSD, OMS, Portada, tamizaje, tomografía computada de baja dosis
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Especialistas advirtieron que el cáncer de pulmón sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo. Como indicó la Organización Mundial de la Salud (OMS), provoca entre 1,8 y 2,2 millones de muertes por año. Lo que equivale al 20% de todos los fallecimientos por cáncer. En Argentina, ocupa el segundo lugar en incidencia y el primero en mortalidad oncológica. Se registran cerca de 12.000 nuevos diagnósticos y alrededor de 10.000 muertes anuales. Lo que representa el 15% de todos los fallecimientos por cáncer.
De acuerdo con las proyecciones de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), los casos en el país podrían aumentar casi un 80% hacia 2050. Una cifra que refuerza la necesidad de fortalecer las políticas de prevención, el acceso equitativo al tratamiento y la detección temprana.
El cáncer de pulmón no tiene una única causa, aunque el tabaquismo continúa siendo el principal factor de riesgo. Se estima que el 80% de los casos está asociado al consumo de tabaco o a la exposición al humo pasivo. El cigarrillo contiene decenas de sustancias cancerígenas capaces de dañar las células pulmonares y provocar su transformación en células malignas.
Sin embargo, la enfermedad también puede desarrollarse en personas que nunca fumaron. En esos casos, se asocia con la exposición al radón, un gas natural que puede acumularse en viviendas con poca ventilación. También al asbesto, material antes usado en techos y cañerías cuyo riesgo persiste en construcciones antiguas. Y a los gases diésel y la contaminación urbana, que liberan partículas microscópicas dañinas. A esto se suman los factores genéticos, que pueden aumentar la predisposición incluso en ausencia de otros riesgos.
“Aunque el tabaquismo sigue siendo el principal responsable, el cáncer de pulmón también afecta a personas no fumadoras. Por eso es importante no estigmatizar y promover la consulta médica ante síntomas persistentes como tos crónica o dificultad para respirar”. Así lo señaló Gabriela Bugarín, directora médica de Oncología de MSD Argentina.
En sus etapas iniciales, el cáncer de pulmón suele no presentar síntomas, lo que explica que muchos casos se diagnostiquen en fases avanzadas. Sin embargo, existen señales que pueden servir como alerta temprana y motivar la consulta médica.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la tos persistente o que empeora con el tiempo, la presencia de sangre en la flema. También el dolor torácico que aumenta al respirar profundo o toser, la ronquera y la dificultad para respirar. Asimismo puede aparecer pérdida de peso o de apetito sin causa aparente, cansancio extremo y episodios repetidos de bronquitis o neumonía.
“Sabemos que el cáncer de pulmón muchas veces no produce síntomas hasta estadios tardíos. Por eso, recurrir a herramientas de diagnóstico como el tamizaje es clave para detectarlo a tiempo. Especialmente en personas con factores de riesgo o antecedentes de exposición al tabaco”.
El tamizaje del cáncer de pulmón es una estrategia en expansión en el mundo y una herramienta fundamental para reducir la mortalidad. Su objetivo es diagnosticar la enfermedad en estadios tempranos, cuando el tratamiento puede ser más efectivo y hasta curativo.
Dentro del tamizaje, la herramienta más utilizada es la tomografía computada de baja dosis (TCBD). Un estudio rápido, sin dolor y de alta precisión que permite detectar lesiones pulmonares muy pequeñas. Incluso antes de que aparezcan síntomas. En Argentina, el Consenso Nacional sobre Tamizaje de Cáncer de Pulmón recomienda realizar este estudio una vez por año en personas de 55 a 74 años con alto riesgo. Fumadores o exfumadores con un consumo acumulado de al menos 30 paquetes al año, que dejaron de fumar en los últimos 15 años y no presenten enfermedades graves.
“El tamizaje debe ir acompañado de programas para dejar de fumar y de una evaluación del riesgo cardiovascular. Porque ambas medidas potencian su impacto positivo y contribuyen a un abordaje integral de la salud pulmonar. No se trata solo de detectar la enfermedad de antemano, sino también de reducir los factores que la causan y mejorar la salud general de los pacientes”.



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