
El cáncer de próstata tiene una nueva terapia de Novartis
- Redacción
- 2 octubre, 2025
- Importante
- 177Lutecio-PSMA-617, ANMAT, cáncer de próstata, Novartis, Portada
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El cáncer de próstata es el tumor más prevalente diagnosticado en el hombre y el tercero en mortalidad luego del cáncer de pulmón y colorrectal en Argentina. Aunque la incidencia disminuyó en un 40% entre 2007 y 2014, aumentó un 3% anual desde entonces. En este tipo de estadio avanzado es común que, con el tiempo, el tumor deje de responder al tratamiento hormonal. Este busca bloquear la acción de la testosterona, una hormona que estimula el crecimiento de ese tumor. Cuando esto ocurre, los pacientes progresan a lo que se conoce como cáncer de próstata resistente a la castración (CPRC).
“Casi todos los pacientes en estadio avanzado progresan a esta etapa de la enfermedad que ocurre cuando el tumor sigue creciendo a pesar del bloqueo de la testosterona. En estos casos el gran desafío es contar con opciones de tratamiento adicionales con nuevos mecanismos de acción que retrasen aún más la progresión. Y también prolonguen la supervivencia global y mejoren el control de la enfermedad”. Así lo explicó Juan Pablo Sade, jefe de la Unidad de Tumores Genitourinarios en el Instituto Alexander Fleming y en el Hospital Austral.
La reciente aprobación de 177Lutecio-PSMA-617, una terapia de radioligandos de Novartis, representa una importante novedad para los pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración metastásico (CPRCm). Y se constituye como la primera en su tipo en ser aprobada por la Anmat. Esta nueva opción terapéutica es un tipo de medicina de precisión. Usa un enfoque en el que se utilizan herramientas de diagnóstico para seleccionar terapias adecuadas para los pacientes, optimizar los resultados y minimizar los eventos adversos. El beneficio de la terapia se basa en una comprensión detallada de las características moleculares de la enfermedad del paciente. Así como en la capacidad de caracterizarlas con precisión.
“Estamos frente a un cambio de paradigma, frente a una nueva forma de tratar el cáncer de próstata con un novedoso mecanismo de acción” enfatiza Sade. “Podemos tener primero un test diagnóstico a través de una tomografía por emisión de positrones que capta la presencia de PSMA. Y tras su identificación, que, cabe aclarar no está en todos los pacientes, se convierten en potenciales candidatos para recibir esta terapia (radiofármaco). Ya contábamos con radiofármacos para estos pacientes pero que no clasifican como medicina de precisión. Lo que distingue a esta nueva opción terapéutica es que es precisa para PSMA en la célula tumoral. Y esto garantiza un mejor abordaje con el tratamiento dirigido”.
“Un radioligando es una molécula que viaja por el cuerpo, se adhiere a las células tumorales y lleva una partícula radioactiva que las destruye. Funciona como un ‘misil guiado’. El ligando (PSMA-617) busca un marcador (PSMA) en la célula tumoral, se une a ella y entrega radiación (con 177Lutecio) para destruirla desde adentro”. Así lo precisó Gonzalo Taetti, médico oncólogo de la unidad genitourinaria del Cemic. “Cuando se inyecta el radiofármaco y llega e ingresa a la célula, emite la radiación de forma interna que daña al ADN de la célula tumoral. Alterando así su capacidad de replicación o desencadenando la muerte celular. Con la quimioterapia no tenemos forma de ver cómo llegó a la célula tumoral. Pero con este tipo de terapia, a partir del uso de imágenes, podemos ver que el tratamiento está donde queremos que esté y dar un seguimiento mucho más personalizado”.
Por su parte, Isabel Hume jefa de sección de terapia con radiofármacos del Hospital Italiano de Buenos Aires, remarcó que “esta terapia nos permite ver y tratar la enfermedad. Es lo que en medicina nuclear llamamos teragnosis. Esto es, la combinación de dos funciones fundamentales: el diagnóstico y el tratamiento. La misma molécula permite, inyectada previamente, revelar dónde está la mayor concentración de células cancerígenas que pueden detectarse mediante un estudio por imágenes. Y luego administramos de la misma forma radiación dirigida, que con precisión llega a esas células tumorales específicas y nos permite tratar y destruirlas”.
“Es medicina bien personalizada, es como si primero pudiésemos identificar una cerradura y luego accedemos a ella con la llave, que sería el tratamiento dirigido. Esta precisión nos permite dar dosis de radiación muy altas pero muy selectivas, minimizando efectos adversos. Y además podemos darle seguimiento y monitorear la respuesta al tratamiento en tiempo real. El 177Lutecio-PSMA-617 emite una pequeña cantidad de radiación gamma que permite realizar imágenes de seguimiento. Lo que facilita al equipo médico verificar si el medicamento se distribuyó como se esperaba. Y hacer ajustes en el plan de tratamiento si es necesario”.
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