Donald Trump enfrenta a las farmacéuticas por los precios abusivos de los medicamentos

Con medidas como la implementación del precio de “nación más favorecida” y nuevos aranceles a medicamentos importados, el gobierno de Donald Trump busca controlar los elevados costos en EE.UU., aunque la industria advierte sobre consecuencias adversas para la innovación y el acceso a tratamientos.

La industria farmacéutica enfrenta un desafío sin precedentes en Estados Unidos con el impulso decidido del presidente Donald Trump para reducir lo que califica como precios “abusivos” en los medicamentos.

Su propuesta clave fue exigir a las grandes farmacéuticas que igualen sus precios al nivel más bajo que cobran en países ricos, bajo la regla de “nación más favorecida” (MFN, por sus siglas en inglés), amenazando con usar “todas las herramientas a nuestro alcance” si no cumplen.

Esta medida, junto con la creación de un portal gubernamental llamado “TrumpRx” para ofrecer medicamentos con fuertes descuentos, marca la ofensiva más audaz contra las grandes farmacéuticas hasta la fecha.

Medidas contundentes y reacciones mixtas

Desde el 1 de octubre, los medicamentos de marca importados pagan un arancel del 100% a menos que el fabricante esté construyendo una planta en EE.UU., en un esfuerzo por impulsar la producción nacional.

Pfizer, una de las compañías más grandes del sector, se sumó a TrumpRx, ofreciendo medicamentos a precios MFN para Medicaid, aunque con términos confidenciales y con este programa representando menos del 5% de sus ventas nacionales.

El presidente aseguró que esta estrategia abarcará a aseguradoras públicas y privadas, pero el detalle de cómo se fijará el precio MFN sigue siendo confuso. Por su parte, empresas como Eli Lilly, cuyo CEO David Ricks advirtió que esta política podría “importar lo peor de dos mundos”: precios altos en Estados Unidos y una innovación más lenta como en Europa, se muestran preocupadas por el impacto.

EEUU paga tres veces más por medicamentos

Un informe de RAND Corporation revela que los precios en EEUU son más del triple del promedio en otros países desarrollados, y que el país concentra el 70% de los beneficios mundiales de la industria, aunque sólo representa la mitad de las ventas globales.

Esto se explica en parte porque, fuera de EE.UU., los gobiernos negocian con poder de mercado y comparan efectividad-costos, mientras que en Estados Unidos los precios emergen de complejas cadenas entre fabricantes, aseguradoras, empleadores y gestores de beneficios.

La Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que permite negociaciones de Medicare con farmacéuticas solo para 10 medicamentos en 2026 y 20 en 2029, es un avance pero limitado. Asimismo, las patentes mantienen altos precios: en 2024, del gasto total de U$S 490.000 millones en recetas en EE.UU., aproximadamente el 90% se destinó a medicamentos de marca con patente, que representan sólo el 7% de las recetas.

Riesgos para la innovación y la disponibilidad

Un análisis de Darius Lakdawalla, de la Universidad del Sur de California, estima que una caída del 10% en ingresos esperados podría reducir la innovación médica hasta un 15%, reflejándose en menos aprobaciones y ensayos clínicos.

Para mitigar la presión, algunas compañías están adaptando sus estrategias, como Bristol Myers Squibb, que ofrecerá un tratamiento para esquizofrenia en Reino Unido al mismo precio que en EE.UU.

Sir Pascal Soriot, CEO de AstraZeneca, señaló que “los países europeos ricos deberían pagar más por la innovación, así como contribuyen más a su defensa”.

Sin embargo, aumentar los precios en el extranjero para compensar podría perjudicar la adopción en esos mercados o incluso retrasar el lanzamiento de nuevos fármacos en países de menores ingresos, como detectaron estudios recientes en Europa bajo reglas similares a MFN.

Impacto económico y futuro incierto

Jefferies, banco de inversión, calcula que MFN junto con los aranceles podría reducir las ganancias de las farmacéuticas en cerca de un 16%. La incertidumbre ya provoca que inversores estén “en modo de espera” ante la financiación de nuevas biotecnológicas.

Trump ha logrado desplazar la conversación pública, con un portal como TrumpRx que fomenta el acceso a fármacos con importantes descuentos y medicinas contra la obesidad que empresas como Eli Lilly y Novo Nordisk ofrecen directo a consumidores por alrededor de la mitad del precio habitual. Pero en tratamientos complejos, los intermediarios como aseguradoras y gestores de beneficios siguen siendo fuertes.

El equilibrio entre precios justos, innovación y acceso

Si bien los precios de los medicamentos en EE.UU. están entre los más altos del mundo, la solución no es sencilla. El presidente Trump afirmó que “los estadounidenses están siendo estafados y eso debe terminar”, pero el cambio de reglas globales de precios, la presión sobre las farmacéuticas y los aranceles redefinen el complejo ecosistema farmacéutico global y pueden tener efectos no deseados.

En palabras de un ejecutivo de una gran farmacéutica, “cuatro años de caos podrían desgarrar la industria, que históricamente ha sido una de las más innovadoras”. El desafío que enfrenta ahora es cómo equilibrar la reducción de costos sin frenar la innovación ni limitar el acceso a nuevas terapias que salvan vidas.

Fuente: The Economist

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