
Descubren un gen vinculado al dolor crónico: nuevos tratamientos y dieta hacen diferencia
- curecompass
- 23 agosto, 2025
- I+D, Salud
- Destacado, dolor crónico, Nature, Portada, SLC45A4, Universidad de Oxford
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Un equipo de la Universidad de Oxford identificó una variante genética relacionada con el transporte de moléculas del dolor. El hallazgo, publicado en Nature, podría impulsar fármacos innovadores y terapias dietéticas para una condición que afecta a más de 600 millones de personas en el mundo.
El dolor crónico es una condición que afecta a más de 600 millones de personas a nivel global, es decir, 1 de cada 5 adultos. A pesar de su enorme impacto sanitario, sus causas siguen siendo en gran parte un misterio, lo que explica por qué muchos pacientes encuentran poco alivio con los tratamientos actuales.
Un estudio publicado el 20 de agosto en la revista científica Nature podría cambiar el rumbo. Liderado por David Bennett, profesor de la Universidad de Oxford, el equipo identificó un gen que desempeña un papel clave en la persistencia del dolor. “Hace falta mucha más investigación”, advirtió el Dr. Bennett, aunque destacó que el hallazgo constituye una base sólida para explorar futuros tratamientos.
El papel del gen SLC45A4
El descubrimiento se apoyó en el UK Biobank, un repositorio con datos biológicos y médicos de más de 500.000 personas. Investigaciones anteriores en gemelos ya habían indicado que la genética influye en un tercio de los casos de dolor crónico.
Los investigadores identificaron señales genéticas y descubrieron un gen en particular: SLC45A4. Este regula la actividad de un transportador celular encargado de movilizar poliaminas, moléculas que los científicos sospechaban desde hace tiempo que estaban implicadas en la percepción del dolor. Estudios en pacientes con artritis ya habían revelado niveles elevados de poliaminas en sangre y tejidos.
Para confirmar la hipótesis, el equipo creó ratones con el gen SLC45A4 desactivado. Los resultados fueron claros: los animales mostraron menor sensibilidad al dolor en comparación con los ratones con el gen intacto.
Potencial clínico: fármacos y dieta
Un dato llamativo es que la variante genética está presente en el 45% de la población del Reino Unido. Esto significa que no actúa sola, pero sí que representa un objetivo clínico de gran relevancia.
De acuerdo con el Dr. Bennett, este hallazgo no solo abre la puerta a nuevos medicamentos que apunten a este transportador, sino también a estrategias nutrigenómicas. “Algunos alimentos tienen altos niveles de poliaminas; además, la microbiota intestinal también produce estas moléculas”, explicó. En consecuencia, ajustar la dieta podría convertirse en una opción terapéutica en el futuro.
Un camino prometedor, pero con cautela
Aunque el hallazgo entusiasma a la comunidad científica, los especialistas enfatizan que la investigación está en una fase temprana. Resta comprender en detalle hasta qué punto los niveles de poliaminas determinan la intensidad del dolor en los pacientes, y cómo se puede intervenir de manera segura y eficaz.
Con todo, el descubrimiento representa un primer paso hacia terapias personalizadas que podrían transformar la vida de millones de personas que hoy lidian con el dolor crónico.
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