
Cáncer de próstata y vejiga: concientización y detección temprana para salvar vidas
- Redacción
- 24 octubre, 2025
- Salud
- cáncer de próstata, cáncer de vejiga, Hospital de Clínicas, Portada
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El Observatorio Global del Cáncer estima 14.000 nuevos casos de cáncer de próstata en Argentina para 2025. Lo que revela un aumento preocupante respecto de años anteriores. El de vejiga es otro de los cánceres urológicos más frecuentes, con más de 3.700 personas afectadas por año.
“El cáncer de próstata es un tumor que se desarrolla en la glándula que está ubicada debajo de la vejiga y rodea al segmento inicial de la uretra. En sus etapas tempranas suele ser asintomático, lo que hace que la detección precoz sea especialmente importante”. Así lo explicó Norberto Bernardo, jefe de la División Urología del Hospital de Clínicas de la UBA.
“Uno de los principales problemas que dificultan la lucha contra esta enfermedad está relacionado al desconocimiento. Así como a la falta de síntomas reconocibles y los prejuicios de la población masculina sobre el cáncer de próstata. Una problemática aún persistente es que algunos pacientes no realizan los controles anuales. Y se pierde la oportunidad de diagnosticar el cáncer precozmente. Por esta razón es necesario enfatizar en la importancia de realizar la detección precoz del cáncer de próstata”.
Los principales factores de riesgo se asocian a la edad, ya que la enfermedad es más común en hombres mayores de 50 años. Y el riesgo aumenta significativamente después de los 65 años. Otros factores de incidencia directa incluyen una dieta alta en grasas saturadas, obesidad y falta de actividad física regular. Los antecedentes familiares de la enfermedad también juegan un papel importante. Ya que los hombres con parientes cercanos que tuvieron cáncer tienen un mayor riesgo de desarrollarla. En este caso, deben iniciar los chequeos a los 40.
Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer síntomas, como problemas urinarios. Dificultad para comenzar o detener el flujo de orina, necesidad frecuente de orinar, especialmente durante la noche. También sensación de no poder vaciar completamente la vejiga, flujo de orina débil o interrumpido.
Otro síntoma es la presencia de sangre en la orina (hematuria) o en el semen (hemospermia). Estos síntomas suelen ser los más alarmantes y la principal causa de que los hombres acudan a una consulta médica. Además está el dolor o malestar persistente en la zona de la próstata, pelvis o espalda baja. El dolor puede ser constante o intermitente. Y también aparece la disfunción eréctil, la dificultad para lograr o mantener una erección.
“Se puede realizar la detección temprana a través de exámenes de rutina. Como el antígeno prostático específico (PSA) y el examen rectal digital (ERD). Esto es fundamental para un diagnóstico precoz del cáncer de próstata, incluso en ausencia de síntoma. Una vez que se detecta a través de la biopsia se procede a realizar la estadificación para determinar si el tumor está localizado o diseminado. Para ello se utiliza el centellograma óseo y la tomografía computada de abdomen y pelvis”.
“El tratamiento consiste en la extracción de la próstata y las vesículas seminales que puede realizarse por vía abierta, laparoscópica o robótica. La radioterapia puede ser convencional o hipofraccionada y además puede realizarse terapia focal con braquiterapia que consiste en implante de semillas radioactivas. Cuando el tumor es de bajo nivel de agresividad puede vigilarse anualmente. En el área de las cirugías se avanzó en técnicas mínimamente invasivas utilizando la laparoscopia en su versión convencional y asistida por robot con el objetivo de lograr una recuperación rápida con menores complicaciones.”.
Por su parte, el cáncer de vejiga (o cáncer vesical) es un tumor que se origina en las células de este órgano. En muchos países es uno de los cánceres urológicos más frecuentes. En Argentina, según datos del Observatorio Global del Cáncer para 2020, se estimaron 3.713 casos nuevos para este tipo de cáncer (2.955 en hombres, 758 en mujeres). También se estima que provoca unas 1.611 muertes al año en el país.
“En Argentina, el manejo del cáncer vesical enfrenta desafíos como la desigualdad geográfica y de acceso a tratamientos complejos. Especialmente en zonas con menor infraestructura. La falta de conciencia y el diagnóstico tardío retrasan el inicio del tratamiento. La alta tasa de recurrencia exige sistemas eficaces de vigilancia y seguimiento. Además, se necesita impulsar la investigación local sobre factores genéticos y ambientales. Así como mejorar el acceso a terapias modernas y ensayos clínicos y que las políticas públicas integren prevención, control del tabaco y fortalecimiento del sistema sanitario”.


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