Cáncer colorrectal

Cáncer colorrectal: diseñan estrategia para incrementar la eficacia de las inmunoterapias

Un grupo de científicos del Conicet diseñó una estrategia para incrementar la eficacia de las inmunoterapias en pacientes con cáncer colorrectal. El proyecto busca reposicionar a la ivermectina, una droga antiparasitaria, como un coadyuvante que potencie tratamientos dirigidos a bloquear mecanismos de inmunoevasión de las células tumorales. El enfoque se probó con éxito en modelos preclínicos. El cáncer colorrectal (CCR) es uno de los tumores malignos más frecuentes. Y es la segunda causa de muerte relacionada con cáncer en Argentina y en el mundo.

El desarrollo de nuevas inmunoterapias para inactivar los mecanismos que permiten que las células tumorales evadan la respuesta del sistema inmune (inmunoevasión) mejoró la posibilidad de tratarlo con éxito. Pero esta estrategia no logró todavía ser suficientemente eficaz. En efecto, aproximadamente solo un 20% de los pacientes con CCR responden bien al tratamiento inmunoterapeútico con inhibidores de puntos de control inmunológico (checkpoints).

Este tratamiento consiste en bloquear, mediante anticuerpos monoclonales, grupos de proteínas que desactivan linfocitos T. Asimismo impiden que ataquen a las células tumorales. Los anticuerpos, al bloquear estas proteínas, permiten que los linfocitos ataquen y destruyan al tumor. Sin embargo, el 80% de los tumores de cáncer colorrectal son inmunológicamente fríos. Lo que significa que las células del sistema inmunológico no pueden detectarlos ni atacarlos eficazmente.

En este marco, un equipo del Conicet, que lidera el investigador Juan Garona, trabaja en el desarrollo de una estrategia costo-efectiva. Es para aumentar la respuesta a los tratamientos inmunoterapeúticos en pacientes con CCR refractario. El proyecto mereció la primera mención en la edición 2025 de los Premios César Milstein.

“Nuestro proyecto apunta a incrementar la eficacia de las inmunoterapias. Mediante el reposicionamiento de la ivermectina, una droga antiparasitaria que se utiliza hace más de 50 años en la clínica. Y por lo tanto es segura y aprobada”. Así lo explica Garona, que trabaja en la Unidad de Investigación Biomédica en Cáncer, del Hospital de Alta Complejidad Samic “El Cruce”.

La hipótesis es que el uso coadyuvante de ivermectina como una herramienta inmunopotenciadora en CCR agresivos ofrecería la posibilidad de incrementar los resultados de las inmunoterapias con anticuerpos monoclonales inhibidores de puntos de control inmunológico.

Los tumores de CCR que no responden favorablemente a las inmunoterapias basadas en la inhibición de los puntos de control inmunológico corresponden a un subtipo molecular llamado MMR competente. Que sea inmunológicamente fríos significa que hay poca presencia del sistema inmunológico en el tejido tumoral. Y que las pocas células inmunes que están presentes ahí están inactivadas. El rol de la ivermectina sería “remodelar” al microambiente tumoral transformándolo de “frío” a “caliente”. De modo de favorecer la infiltración células inmunes activadas en la zona del tumor para que la acción de los inhibidores de puntos de control inmunológico pueda ser eficaz.

Los investigadores demostraron que la ivermectina puede modular distintos rasgos de agresividad de las células tumorales. Como, por ejemplo, su capacidad proliferativa, migratoria y su sensibilidad a la quimioterapia. Luego de eso probaron también que esta droga induce en las células tumorales un tipo de muerte proinflamatoria, denominada muerte celular inmunogénica. Esta logra activar el sistema inmunológico y favorece que las células inmunitarias reconozcan, ataquen y erradiquen a las células tumorales. “Esto implica que el sistema inmune ahora puede infiltrarse en el tejido tumoral. Así como reconocer a el tejido maligno y atacarlo de una manera mucho más eficiente”, señaló Garona.

Aquello que se consiguió probar primero en ensayos in vito e in silico, también se pudo testear luego con éxito en modelos experimentales in vivo de cáncer colorrectal del subtipo pMMR. Estos emulan a los tipos de tumores que a priori no responderían a inmunoterapia en la clínica. “De esta manera, demostramos que, efectivamente, la combinación de ivermectina con anticuerpos monoclonales dirigidos a bloquear PD-1, un punto de control inmunológico clave, tiene la capacidad de inhibir significativamente el crecimiento del tumor. Así como la diseminación metastásica a órganos secundarios. Obviamente, el beneficio terapéutico radica en la combinación de estas dos terapias. Ya que por sí sola cada terapia por separado tiene un efecto terapéutico limitado”.

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