Aneurisma de aorta

Aneurisma de aorta: la patología asintomática que causa muertes evitables

La rotura de un aneurisma de aorta sigue siendo una causa importante de muerte súbita con una mortalidad de 80% a 90%. Una condición que representa un gran desafío médico debido a su naturaleza silenciosa en etapas tempranas y que puede ser detectada con una simple ecografía abdominal. A nivel mundial, la prevalencia de aneurisma de aorta abdominal en varones mayores de 65 años es del 4% al 8%, mientras que en Argentina, se estima cerca del 3%.

Nicolás Heredia, jefe de la División Cirugía Vascular del Hospital de Clínicas de la UBA, advirtió sobre la importancia de la detección precoz del aneurisma de aorta. Una patología frecuente en adultos mayores que, en la mayoría de los casos, no presenta síntomas hasta que se produce su complicación más grave: la rotura.

El aneurisma de aorta es una dilatación anormal y permanente de la pared de la principal arteria del cuerpo. Cuando su diámetro supera en más de un 50% el tamaño normal, la integridad del vaso se compromete y el riesgo de rotura aumenta significativamente.

Los hombres mayores de 65 años, especialmente fumadores o exfumadores, constituyen el grupo de mayor riesgo. En mujeres, aunque menos frecuentes, los aneurismas pueden romperse a diámetros menores, lo que los vuelve aún más peligrosos.

“El diagnóstico suele ser incidental. Muchas veces se detecta durante estudios realizados por otras causas”, explicó Heredia. La mayoría de los aneurismas no producen síntomas hasta que se rompen, evento en el que la mortalidad supera el 80%.

Se puede diagnosticar por ecografía abdominal, método ideal para el tamizaje, simple y no invasivo. También por tomografía computada (angio-TAC), examen de referencia para planificar tratamientos. Asimismo por resonancia magnética, opción válida para pacientes con alergias a contrastes o problemas renales.

El rastreo ecográfico se recomienda en hombres de 65 a 75 años con antecedente de tabaquismo y en personas con antecedentes familiares de aneurisma. La conducta médica depende del tamaño del aneurisma y del riesgo individual del paciente. Vigilancia controlada cada 6 a 12 meses en aneurismas pequeños. Reparación endovascular (EVAR/TEVAR), tratamiento mínimamente invasivo mediante un stent introducido por la arteria femoral. Presenta menor morbimortalidad y rápida recuperación.

Además puede ser por cirugía abierta convencional, indicada en pacientes jóvenes, anatomías complejas o aneurismas infectados. La mortalidad operatoria en cirugías programadas es baja, de 1% a 3% en tratamientos endovasculares y de 3% a 5% en cirugía abierta.

Actualmente, se destacan innovaciones que permiten intervenciones más seguras y personalizadas como la endoprótesis de última generación (fenestradas y ramificadas). Así como cirugías híbridas, navegación por imagen 3D y planificación virtual. Además, se investigan prótesis bioabsorbibles, impresión 3D de injertos, terapias génicas y el uso de inteligencia artificial para mejorar la detección.

Si bien no todos los aneurismas pueden prevenirse, sí es posible reducir su desarrollo y evitar complicaciones graves. Las recomendaciones principales son mantener hábitos saludables, no fumar, controlar la presión arterial y el colesterol

“El aneurisma de aorta no es una sentencia, es una advertencia. Detectado a tiempo, se puede controlar y tratar con excelentes resultados. Lo importante es no ignorarlo. Hacerse los controles salva vidas”.

Leave A Comment

WP to LinkedIn Auto Publish Powered By : XYZScripts.com